Una gotera constante: Arath Herce vuelve con honestidad brutal
Después de cuatro años de silencio discográfico, Arath Herce irrumpe de nuevo en la escena con “Me levanté de la cama”, un tema que marca el inicio de una nueva etapa creativa y vital. Con un tono confesional, guitarras radiantes y una rítmica que contrasta con letras profundamente emocionales, Herce convierte el acto cotidiano de levantarse en una súplica de redención.
“Este es el primer capítulo de una serie de canciones que estoy muy ansioso de compartir. Ha sido como mi diario de estos últimos cuatro años”, revela el artista en entrevista con ROLLING STONE en Español. “Hay cosas que uno escribe sin pensar que alguien más las va a escuchar, y de repente, cuando las compartes, te das cuenta que… uy, ¿por qué dije esto?”
La canción fue escrita y coproducida por el propio Herce junto al canadiense Leif Vollebekk. Con versos como “muchas veces me siento un dios” y “solo quiero que me apuntes con tu dedo”, el track oscila entre la omnipotencia y la fragilidad, entre el deseo de renacer y la carga del pasado.
“Habla del deseo de abrirse porque todo está mal, porque llevaba meses levantándome de la cama sin sentido”, confiesa Herce. “Tiene este contraste de líneas oscuras con una música que parece muy feliz. Me encanta jugar con ese choque”.
‘Me levanté de la cama’ es también una declaración de principios en una industria que exige inmediatez. “Dicen que para el primer álbum tienes toda una vida, y yo quería que en este segundo también tuviera toda una vida”, explica. “Creo que hoy en día es un acto rebelde darse el tiempo de vivir y tener algo que decir. Mi responsabilidad como artista es cubrir mi música de todas esas presiones externas”.
La canción forma parte de un disco que comenzó a gestarse durante la pandemia y que encapsula una serie de experiencias personales intensas: la pausa obligada del encierro, el reencuentro con la escritura, y el enamoramiento inesperado de su mejor amiga. “El disco habla de todo eso. De volverse a abrir, al amor, a escribir, a sentir”, detalla.
La producción del tema con Leif Vollebekk surgió de una conversación íntima con Natalia Lafourcade, quien no solo lo guió en el proceso, sino que le propuso trabajar con uno de sus propios héroes musicales. “Yo quería producir este disco, pero necesitaba un compañero. Natalia me llamó una semana después y me dijo: ¿y si lo hiciera Leif? Fue muy loco. Él es mi artista favorito”, relata Herce.
El trabajo conjunto no solo le permitió aterrizar su visión, sino también rodearse de leyendas como Jim Keltner (baterista de Lennon y Harrison) y Chris Elliott (arreglista de Amy Winehouse y Adele). “Fue surreal. Trabajar con tu héroe y luego discutir con él. Pero nació una amistad muy linda”, cuenta. “Grabamos casi todo en vivo, dos o tres tomas máximo. Fue divertido y de miedo, pero nos obligaba a capturar la emoción verdadera”.
El sencillo llega acompañado de un videoclip dirigido por Bruno Bancalari, rodado en la Ciudad de México con una estética nostálgica de los años 2000. Allí, Herce se atreve a bailar por las calles en una especie de trance, rompiendo con su timidez. “Bruno me dijo: ¿y si te grabo bailando? Soy una persona muy tímida, pero me pareció un reto”, dice. “Todos tenemos dentro cierta energía que quiere salir a bailar y romper cosas”.

Con una semana de entrenamiento corporal, Herce se sumergió en una experiencia liberadora que marcó también un cambio de actitud frente al proyecto: “Todo el proceso del disco fue salirse de la zona de confort. Queríamos explorar todas nuestras facetas, con sus contradicciones. No somos solo introvertidos o solo fiesta; somos muchas cosas a la vez”.
Herce forma parte de una nueva camada de cantautores que se abren en canal con sus letras. Apadrinado desde temprano por figuras como Leonel García y Natalia Lafourcade, ha recibido el respeto de artistas como Alejandro Sanz, Jorge Drexler y la leyenda Armando Manzanero. En 2022, agotó entradas en cinco ciudades mexicanas con su Balboa Tour, y en 2024 fue incluido por Rolling Stone en su lista global Future of Music.
Este regreso no está impulsado por la ambición comercial, sino por el deseo de conexión. “No espero nada, la verdad”, admite Herce. “Solo espero que alguien pueda conectar, como yo he conectado con otros artistas. Quizás acompañar a alguien en su soledad. Compartir soledades, tal vez”.