Teo Planell se convierte en un nuevo-clásico con Demian, su álbum debut
Puede que lo tengas en alguna de tus listas de reproducción gracias a sus colaboraciones con Tristán! o Barry B. También es posible que lo hayas conocido en el Pequeño Cine Estudio de Madrid, donde junto a su equipo proyectó de manera gratuita sus películas favoritas para generar comunidad. O quizá Prime Video te sugirió alguna vez The Map That Leads to You, la cinta protagonizada por Madeline Clyne y KJ Apa, y ahí descubriste ‘Beatriz’, uno de sus últimos sencillos. Sea como sea que hayas llegado a este artículo, incluso si no habías escuchado antes de él, debes saber que Teo Planell llegó a la escena española para ser recordado.
En una conversación bastante entrañable con ROLLING STONE EN ESPAÑOL, hablamos con Teo sobre Demian, su disco debut. Un álbum que tardó tres años en hacerse y que recoge la esencia de clásicos como David Bowie, Todd Rundgren, Beach Boys, los primeros Bee Gees, Prefab Sprout, Arcade Fire, Radiohead, Grizzly Bear o The Beatles, y que a la vez dialoga con la nueva ola de músicos como Frank Ocean, Adrianne Lenker, Ralphie Choo, rusowsky o Alaska. Según describe, al hacer las canciones, algunas de ellas se caían por el camino y las nuevas que llegaban, le daban una nueva dirección al disco. “Se prolongó tanto que inevitablemente cada sonido de cada capítulo o pasaje del disco es un reflejo directo de la música que yo consumía en ese momento”, relata.
Sus melodías notan de inspiraciones directas a sus coetáneos en Madrid, quienes están optando por caminos mucho más experimentales. Al estar conviviendo con Ralphie Choo y rusowsky tanto tiempo, parecía casi inevitable crear música similar a ellos. Es por eso que, de manera un poco inconsciente, decidió alejarse de eso ya que asegura que lo que le resulta más auténtico está en otro lado. The Beatles, The Kinks, Simon & Garfunkel o Adrianne Lenker formaban parte de una tradición más clásica y universal que él sentía más cercana.
“Busqué hacerme de mi propia voz, de tal forma que ambas facetas pudieran quedar reconocidas en el disco, aunque claramente una es más cercana a mi corazón que la otra.”
Con esa mezcla y habilidad para unificar ambos estilos, Planell logra capturar la esencia de los clásicos y convertirse de manera inmediata en uno. De hecho, al mencionárselo se mostró bastante emocionado con el concepto. “A mí me gustan mucho las canciones y estribillos que se sienten, es algo que me atrae mucho a la hora de componer. Me encanta esa sensación, así tengan 20,000 streams. Ya la gente decidirá cuánto existe esa canción en el colectivo ocular o cuán rápido se olvida, pero a mí me parece muy bonito trabajar con ese tipo de sonidos.”
Demian, con 12 canciones en su repertorio, cuenta con una sola colaboración que marca el regreso de una de las duplas más únicas e innovadoras de la escena española, Se trata de Tristán! en el sencillo número ocho, ‘El Mundo Delante De Ti’. “Es mi mejor amigo”, confesó. “Él y Roy Borland, que es el productor con el que he hecho todo el disco, con el que trabajo siempre y mi mejor amigo también, son personas muy cercanas a mí”. Tres años después del lanzamiento de ‘BB’, una canción súper electrónica, con tintes mucho más parecidos a Frank Ocean, vuelven con una propuesta completamente distinta, mucho más Beatles.
Narra que la canción nace de desearle lo mejor a una persona importante con la que ya no compartes camino. Frases como “Me alegro del mundo / En un instante que no regresará jamás / En un segundo / Un intento de no mirar atrás” lo reflejan perfectamente. Al escribirla, Planell relata que, cuando compartió la letra con su amigo, Tristán! quedó encantado, por lo que le preguntó si podía colaborar en ella. “Surgió muy natural”, recordó.
“Es bonito que nos acompañemos en la vida real, y que las canciones sean un reflejo de ello.”
Sobre el concepto del disco, es importante saber que está inspirado en el libro homónimo del escritor, poeta, novelista y pintor alemán Hermann Hesse. Planell explicó que, más allá de una vivencia personal o de una expareja concreta, el personaje de Demian en su obra musical funciona como una metáfora del crecimiento a través de la experiencia amorosa. Cada despedida y cada nuevo comienzo le parecen momentos decisivos de aprendizaje. “Despedir un tipo de amor y buscar el siguiente siempre representa mucho crecimiento, y eso es lo bonito de ese tipo de momentos”, señaló.

Al hablar del libro, Planell subrayó que Demian aparece en la vida de Sinclair como una figura que lo lleva a descubrir un mundo nuevo, en el que debe romper con lo anterior para poder transformarse. El texto introduce además la idea de Abraxas, un dios que representa esa fuerza de la naturaleza donde todo está en todo. Para el músico, esa visión resulta poderosa. “El libro es muy bonito porque dice que todo humano tiene en sí mismo todo, todo el resto de seres humanos existidos y por existir, y eso me parece realmente muy guay”, compartió.
También destacó el juego que propone la novela en torno a la identidad de Demian, quien puede ser visto como un personaje independiente o como una extensión del propio Sinclair. Eso fue determinante en la creación del disco. “En mi caso, Demian se manifiesta en esas voces externas, femeninas o corales, que parecen aconsejarme, pero en realidad soy yo mismo tomando decisiones, inventándome esa ficción. Formalmente es muy bonito porque parece un personaje externo, pero en el fondo sigo siendo yo, el que escribe y el que elige el rumbo”, reflexionó.
La conversación derivó hacia una comparación del concepto con una especie de Club de la Pelea, pero mucho más espiritual e íntima. Dicho comentario hizo que Teo soltara una risa, mostrando que encontraba acertada esa definición.
En cuanto a sus letras, contó que sus canciones no siempre nacen desde el mismo lugar. Algunas le salen más íntimas, mientras que otras toman un carácter más amplio y genérico, abordando temas que no necesariamente parten de su propia experiencia. Aun así, reconoce que le resulta imposible desprenderse de sí mismo. Al final, cada letra termina reflejando su forma de ver las cosas en el momento en que las escribe.
El libro lo leyó a los 13 años, cuando “no estaba en el momento vital para que le deslumbrase a un gran nivel”.. Tras retomarlo a los 18 años, comprendió que aquel proyecto que quería empezar a crear, centrado en la idea de crecer, estaba directamente dialogando con lo que planteaba la novela de Hesse. Esa coincidencia lo llevó a unir ambos caminos y tomar la relectura como impulso decisivo para dar forma al proyecto. “Lo he leído millones de veces haciendo el disco, también después. Es un libro que me acompaña mucho”, admitió.
A pesar de ser un viaje, el disco Demian no tiene un final cerrado. Su cierre es la apertura de una puerta mucho más grande. La última frase del disco es “Hoy se abre el mundo para mí”, haciendo referencia a que en realidad el camino se sigue haciendo, tal como la vida. Puso como ejemplo las películas. Según cuenta, al terminar de ver una, uno debe hacer las paces con la despedida que tienen los personajes, aunque luego pienses y caigas en la cuenta de que después de eso ellos seguirán con sus vidas.
“Los finales en la vida real no existen. Son comienzos de lo siguiente o incluso partes centrales de otras historias, como fragmentos.”

Al recordar su primera lectura, Planell confesó que se sintió profundamente identificado con el protagonista. Reconoció que, aunque en realidad es él mismo quien hace el disco y Sinclair no existe fuera de la novela, la conexión que tiene con ese personaje es inevitable. Se reconoce en esa necesidad de romper el mundo, perdonar y hacer las paces con aquello que impide que el mundo se abra delante de ti.
Otro de los aspectos más respetables de este proyecto (y de Planell como artista) es su fijación por defender los espacios públicos y culturales de Madrid, su ciudad. Él mismo describe a su generación como personas cultas, brillantes y sensibles, con una sed de cultura, de amor y de comunidad, es por eso que decidió crear una especie de cine club en el Pequeño Cine Estudio. La dinámica consistía en que con cada sencillo del disco que lanzaba, se realizaba una proyección completamente gratuita de una película que él mismo seleccionaba, convirtiendo las canciones en la excusa perfecta para acercar a su generación a obras que a veces podrían parecer inaccesibles.
Destacó la importancia de crear un espacio de comunidad y horizontalidad, donde todos compartieran la experiencia cultural juntos, conectando como pares más allá de quién hace la música y quién la consume. Para él, este tipo de encuentros eran una forma de esperanza, de disfrutar y reivindicar la cultura en conjunto. “Tengo el privilegio de tener conmigo una infraestructura y un equipo maravilloso que me apoya y lleva a cabo mis ideas más locas, incluso las partes legales de conseguir derechos de las películas para poder proyectarlas.”
Para él, lo más valioso de esa experiencia fue la horizontalidad que se lograba. Todos compartían la misma sala, enfocados durante horas en la proyección y luego comentando cómo cada uno había vivido la película. También reconoce que su generación se encuentra en un momento de incertidumbre sobre el futuro como sociedad, y por eso le parece muy necesaria la comunidad y el disfrutar la cultura juntos para reivindicarla colectivamente. Conseguir eso a través del cine (en un acto increíblemente revolucionario para una época donde domina el streaming), dijo, fue una de las experiencias más bellas que ha vivido.
“Lo único que tienen inalcanzable es que no se ceden espacios para poder hacerse llegar a los jóvenes como yo.”
Explica que la pandemia aceleró el uso de plataformas digitales, facilitando el acceso a la cultura de manera inédita, algo que artistas de generaciones anteriores no podrían haber imaginado. Sin embargo, advirtió que ese fácil acceso también tiene efectos negativos: la saturación de opciones, el consumo apresurado y la pérdida de memoria sobre lo que se ve pueden desvalorizar la experiencia artística.

Para él, el ritual de ir al cine sigue siendo insustituible, porque genera recuerdos concretos y compartidos. Desde los detalles del lugar hasta las conversaciones posteriores, creando una conexión que va más allá de simplemente consumir contenido. “El ritual de ir al cine es algo muy importante. Yo no me acuerdo de la película que vi en Netflix ayer o antes de ayer, pero sí que me acuerdo de cuando fui a ver aquella película al cine en la que en los pasillos había ciertos carteles específicos, y que en ese cine había palomitas dulces y recuerdo comerlas, acabar la película y comentarla con la persona que me acompañaba”.
La experiencia del Cine Club, según relata, no se centraba únicamente en las películas, sino en la construcción de comunidad que surgía a su alrededor. Cada proyección se convertía en un punto de encuentro donde los asistentes podían comentar la película, compartir experiencias personales y hablar de música, generando vínculos que trascendían la proyección. “Para mí, eso es de lo que va la vida, de buscar gente en tu camino y ser conscientes de que nos tenemos los unos a los otros.”
Al conocer esa pasión tan evidente por el cine, fue prácticamente inevitable preguntar sobre su reacción al escuchar una de sus canciones en una película. “Me hizo muchísima ilusión porque me hace muy feliz a raíz de que esté en esa película, mucha más gente me ha empezado a conocer recientemente”, confesó. También reveló que recibió mensajes de personas de otros países que, aunque no conocían su música previamente, se engancharon a ella gracias a la película y se lo hicieron saber con palabras muy bonitas. Todo esto le resultó muy gratificante y le hizo sentirse feliz y bienvenido en ese nuevo encuentro con su público.
Al hablar de sus canciones y su relación con el cine, Planell reflexionó sobre cuál de sus temas podría insertarse en alguna película de la historia. Mencionó ‘Me vas a matar’, incluida en el disco Demian, y cómo siente que el espíritu adolescente de la canción encajaría en una historia tipo coming of age. Aunque aún no tiene una respuesta concreta en mente, destacó que le parecía una bonita pregunta.
“Para quien lea esta entrevista, utilicen más de mis canciones. Son muy cinematográficas. ¡Podrían echarle el ojo!”
Al hablar de sus videos musicales, Planell explicó que cada canción pide un video diferente. En ‘Me vas a matar’ quiso aparecer bailando en una habitación amplia, idea inspirada en grabaciones en 16 milímetros del poeta de la generación Beat, Allen Ginsberg, donde se le ve moviéndose en espacios indefinidos, y le gustaba la sensación de liberación en un lugar algo penumbroso. En cambio, ‘El mundo delante de ti’ es un video montado con distintos planos y más planificado, mostrando que cada canción tiene su propia manera de expresarse visualmente. Para él, lo importante es que el video tenga sentido con la canción y que salga de manera natural.
Respecto a la portada del álbum, Planell contó que tenía muy claro el concepto: quería aparecer saliendo por la derecha del cuadro por una puerta, mientras en la cama de la izquierda había un pájaro grande cubierto con una manta. “No te puedo explicar bien por qué esa imagen, pero me gusta”, admitió entre risas. Los pájaros forman parte de la simbología del libro Demian y, por ende, también del disco, ya que representan esos animales que rompen el cascarón para nacer, y ese concepto le emociona mucho. Encontró a la artista Teresa Cano, que logró plasmar su idea a la perfección, haciendo varias pruebas hasta llegar a la imagen final. Para él, la portada remite a discos de los 90, de grupos como Indigo Girls. “Me gusta mucho esa imagen en un vinilo grande, es una cosa muy bonita, muy evocativa”.

Sobre la continuidad entre las canciones del disco, donde se hilan las unas con las otras, explica que surge de la idea de un camino que se recorre. “Es hablar de ese camino en el que te metes, empiezas a caminar y aunque primero estés en un paisaje árido y caluroso y mañana estés en un paisaje de nieve, ambas son partes de un mismo camino y no habría que entenderlos como dos sitios separados sino como parte de un espectro al caminar”. Confiesa que le atraía mucho la idea de que las canciones se unan, que te tomen de la mano y te lleven por todo un viaje que luego se despide. Reconoció saber que es un recurso que ya han utilizado artistas como Pink Floyd o los Beatles, pero que le parecía formalmente muy adecuado para contar la historia de este disco y reforzar la sensación de camino y continuidad que quería transmitir.
Con una pasión evidente, Teo Planell nos entrega Demian, un disco que, entre tantas referencias e inspiraciones, logra describirlo como artista y persona, mostrando una versión más concisa del músico que hemos estado conociendo a lo largo de los años. Es un alma vieja que, con unas raíces bastante sólidas en su presente, continuará sorprendiéndonos en el futuro.