Tema por tema: Onda Vaga y sus ‘Amuletos de cristal’
Si en algo coinciden los cinco integrantes de Onda Vaga es en que Amuletos de cristal, su último disco, fue el que más rápido grabaron. Después de dos años, la banda volvió al estudio con un álbum que se editó en partes, pero cuya forma final se parece bastante a una pieza clásica de su repertorio. En esto también coinciden los compositores, que se reparten la autoría de las doce canciones que conforman la obra, que fue ensayada, grabada y mezclada en un par de meses, pero que conserva la esencia más pura del quinteto.
“Creo que es el disco más Onda Vaga de los últimos tiempos”, afirma Germán Cohen y el resto asiente. La comunicación con Rolling Stone se da a través de una videollamada con múltiples ventanas. A pesar de la virtualidad, la charla consigue tomar la temperatura de un encuentro presencial. Y se vuelve reveladora, incluso para ellos mismos.
La primera explicación sobre las ideas del disco aparece en el título. “El amuleto es un objeto de poder —dice Nacho Rodríguez—, pero lo divertido es que es de cristal. Por lo tanto, lo tenés que cuidar. Es como una relación. Y el disco habla mucho de eso”. Marcelo Blanco, por su parte, aclara: “Por lo general nos cuesta bastante decidir los nombres de los discos, pero en este caso nos pusimos de acuerdo bastante rápido y eso estuvo bueno”.
1. Acércate
Tomás Justo Gaggero: Es como una invitación a entrar. En la primera estrofa dice: “Cubriéndonos de muros y etiquetas”. En la segunda: “Perdiéndonos en sombras y estandartes”. De alguna forma, está hablando de las pantallas y la hiperconectividad, que paradójicamente nos han alejado. A través de las pantallas pretendemos y suponemos conocer el mundo. Levantamos banderas, consignas y creencias radicalizadas por la lógica del algoritmo y la posverdad. Nos polarizamos en una soledad un poco alienante. Nos alimentamos de una dopamina fácil, de consumo, de odio y grietas que amplifican la separación con el mundo y las personas que nos rodean. “Hace mucho tiempo que las quiero cortar”, dice. Lo que quiere cortar, justamente, son esas cadenas que lo alienan y frustran. “El mundo me desvela”, dice después. Pero mientras salga a la calle, hable con los vecinos, con el que se cruza, o incluso toque o cante en un coro de voces, habrá esperanza.
2. Acorde
Marcelo Blanco: La mayor parte fue compuesta hace mucho tiempo, hace unos 20 o 25 años atrás. No tenía el estribillo que tiene hoy. Y es claramente un amuleto. Un tema que le pide a la música que lo salve, que lo proteja de todo mal. También es un poco naif porque le pide al acorde, o a la música, que lo despierte cuando todo esté bien. No quiere ensuciarse demasiado con el asunto, todo lo contrario: quiere simplemente dormir hasta que esté todo bien. No es una bajada de línea, es como una sensación de ensoñación. La música que te ayuda a atravesar la vida, que te protege, que te ayuda a soltar lo malo y abrazar lo bueno.
3. Mi mundo
Germán Cohen: Con esto de los amuletos y del cuidado, el disco viene con el foco puesto en el otro. Pero “Mi mundo” habla de la paternidad y es una canción bastante honesta, con ribetes que te llevan a esas cosas que no son precisamente las más lindas de ser padre. Hay algunas situaciones que son hermosas, claro, y se cantan. Pero también hay otras como que por fin te fuiste a dormir y me dejaste la casa hecha un quilombo y la tengo que ordenar. También habla de esa sensación que le pasa a todo padre de no ser lo suficientemente bueno a la hora de criar. La inexperiencia, también, que es algo que aprendés a perdonarles a tus padres con el tiempo. Te das cuenta de que estaban tan en pelotas como vos. Algo que me pasó es que la canción me fue sorprendiendo en la calle, con partecitas que me iban bajando. Eso me hace pensar en que a veces no soy yo el que compone las canciones. Uno puede colorear, pero hay algo en lo troncal que viene de un agente externo.
4. De este día
Marcos Orellana: En la mayoría de mis canciones no busco previamente un propósito. Es como de repente va pasando, va saliendo, y luego, haciendo una relectura de la canción, encuentro ese propósito. En “De este día”, en la estrofa, hay un diálogo interno que habla de entregarse al día, al presente. Y en el estribillo ya le está hablando a otro, diciéndole que entremos al presente de hoy porque mañana no se sabe, mañana puede pasar cualquier cosa. Disfrutémoslo, presenciémoslo, seamos de este día.
Nacho Rodríguez: Vuelve la idea de la presencia. Y también de la relación. Es que pienso que somos relación. Estamos en esta vida por la relación, es lo que venimos a experimentar a este mundo. Y la relación requiere de mucha presencia y de mucho cuidado. Cuando vos le das a alguien toda tu atención, toda tu presencia, lo que le estás dando es todo tu amor.
5. Mata Hari
Nacho: Me gustó usar el símbolo de Mata Hari como el de una mujer poderosa, camaleónica y libre. Eso es lo que representa para mí, sin ser un gran conocedor de su historia. Fui criado por mi mamá y mis dos hermanas. En mi vida, las mujeres siempre estuvieron muy involucradas en todo el proceso de crecimiento. Tengo muchas amigas mujeres y es muy fuerte eso en mi vida. Es una canción medio onírica porque no sigue un relato. Hay un deseo muy claro: “¿Cómo ser nuevo y libre?”. El cuentito de la canción, por llamarlo de alguna manera, está interrumpido por cosas transversales, como el deseo de trascender. Incluso rompe la armonía de la canción, como si una banda punk se metiera de repente.
6. Amuletos de cristal
Marcos: La canción es un verso que apareció de repente y logró una trascendencia tal que se transformó en el título del disco. Habla de las relaciones, no solo entre personas, también puede ser con un proyecto, y del componente eterno que tienen estos amuletos de cristal. La escucho y pareciera que le está cantando a una persona en particular, pero en realidad no fue así, es mucho más abstracto.
Marcelo: A mí me remite a esa idea de trascendencia. Todo lo que vivimos ya está grabado en mi existencia y eso no va a cambiar por más de que deje de ser presente. Es parte del amuleto.
7. El hijo pródigo
Nacho: Es una canción muy simple en su forma. Se va repitiendo, es circular. El hijo pródigo es una parábola de Jesús, y ahí está de nuevo la idea de trascendencia. Pródigo quiere decir derrochador, no favorito. Hay dos hijos, uno que se queda y otro que se va de casa, se gasta toda su fortuna en joda y vuelve con culpa. Pero el padre lo recibe con una fiesta. Es esa idea de salir a buscar al mundo algo que te complete, cuando en realidad lo que te completa está adentro. Es una parábola que sirve para ilustrar un poco la vida humana.
8. Duatlón
Tomás: Salió así, medio de prepo, como una especie de freestyle catártico. La única consigna que tenía era hacer una suerte de corrido mexicano y salió otra cosa, claramente. Al sujeto de esta canción le cuesta. Es como un alma en pena, quebrada por la vida y con resaca, pero a pesar de todo eso, lo intenta. La vida se le presenta como una carrera de obstáculos, por eso duatlón. En esa carrera se tropieza, se equivoca, es lento, es ciego, no puede ver con claridad. Sin embargo, sigue pedaleando en la arena con la ilusión de encontrarse en la luz con alguien más. Alguien más que podría ser consigo mismo, con la paz y la quietud.
9. Crédito
Germán: El tópico subyacente de esa canción es el perdón, que me parece un amuleto de cristal muy poderoso. Y una herramienta para la vida muy grosa porque uno cree que cuando está perdonando a alguien le está haciendo un favor a la otra persona y en realidad la herramienta es simplemente para el bienestar del emisor. La hice en un momento en que estaba muy enojado con alguien y necesitaba perdonar. De lo que habla es de ponerse de acuerdo en que algo fue una mierda y en que los dos tuvimos responsabilidad en eso.
10. Otro viaje
Marcos: La compuse hace 10 años, se la hice a mi novia. Suena cursi, pero es la verdad. Era una época en que estaba mucho de viaje y habla de eso, de conectarse a pesar de la distancia en un momento de mucho enamoramiento.
11. Ser feliz
Marcelo: Todavía me pregunto a mí mismo qué carajo quise decir con eso de “ser feliz es una trampa”. Tengo teorías porque me sigue resonando la frase. También tiene que ver con los consumos de pantalla, la dopamina y la felicidad que te venden los influencers, la publicidad, el cine, que a veces nos confunde y pensamos que está todo bien porque de alguna manera tenemos ciertos casilleros marcados. Y caés en esa trampa y mantenés algo que en realidad es otra cosa.
12. La rumba de tu habitación
Tomás: Aunque es el último tema, tiene pinta de introducción. Arranca con un audio muy gracioso de Piero, un amigo que tiene un bar en Formentera, donde nos pide que volvamos a tocar allá. No es estrictamente una rumba, por eso es la rumba de tu habitación. Porque sale de ahí y quiere volar más allá. Es esperanzadora. No está claro a quién le habla, pero sí que le quiere dar valor, fuerza y motivación para salir.