“Soy una canción de hip hop con coros de alabaos chocoanos”: Goyo


El Pacífico colombiano ha sido la fuente de grandes talentos que han marcado a la música colombiana, talentos que van desde la salsa, pasando por el hip hop y el folclor, llegando al afrobeat. Son artistas que impregnan su “don del sabor” en cualquier género del mundo, volviéndolo propio y haciendo vibrar y bailar a muchas personas alrededor del país y del mundo. 

Un antes y un después en la sonoridad del Pacífico fue la llegada de una agrupación en búsqueda de unir a toda esta región, una agrupación que cantaba: “Somos Pacífico, estamos unidos, nos une la región, la pinta, la raza y el don del sabor”. Chocquibtown fue el claro ejemplo de cómo los géneros foráneos como el hip hop o el rap, pueden llegar a ser sonidos que identifican a toda una región y que embarcan a muchas personas en un sueño artístico, eso es lo que Chocquibtown significó y trajo consigo para toda la región pacífica. 

Gloria Emilse Martínez Perea, más conocida como Goyo, ha sido desde su inicio en Chocquibtown una de las voces más reconocidas del Pacífido, una voz que sin lugar a dudas es un gran referente para muchas personas de la región. Ella se ha vuelto más que una artista, una fuente de inspiración y un factor fundamental dentro de la sociedad del Pacífico.

PANTERA es su primer disco como solista con música inédita, ya que su álbum debut fue En Letra de Otro, producción en la que rinde tributo a diferentes cantantes como Carlos Vives, Shakira y Joe Arroyo. Este nuevo disco es una mezcla de diferentes sonidos que han marcado a Goyo durante su carrera, incluido el afrobeat, un nuevo sonido que ha llegado en los últimos años y que ha obtenido un gran auge dentro de la industria musical.

PANTERA, tu primer disco con música inédita. ¿Estás nerviosa, emocionada… qué pensamientos pasan por tu cabeza ahora que se acerca el lanzamiento?

En este punto en el que estoy, estoy feliz, súper emocionada. Durante todo el proceso tuve que pasar por muchas emociones que hacían parte de lo que estaba viviendo en mi vida, pero siento que todas fueron una búsqueda de quién soy yo, qué es lo que quiero decir, cómo lo voy a decir, al final ha sido un proceso bonito.

La primera vez que fui a un estudio a trabajar en PANTERA, fui sola con un  productor llamado LunchMoney, americano él y lo admiro muchísimo. Me puso un beat y empecé a escribir, eso era lo que yo necesitaba y quería expresar.

En mi universo siento que soy muchas cosas, soy una canción de hip hop con coros de alabaos chocoanos, que son cantos funebres a muchas voces. También soy canciones románticas que encuentran su inspiración en momentos de mi vida, soy canciones como ‘QSV’, que es un afro más tradicional como el de Fela Kuti, no algo tan comercial, con vientos y sonoridades de las chirimias del Pacífico hablando de una mujer empoderada que le dice al hombre: “váyase papito que ya continuamos por otro lado”, es dar ese mensaje fuerte y aceptar la vulnerabilidad de la propia vida. 

El bonus track del álbum se llama ‘Lágrimas’, lo voy a hacer con productores que han trabajado con Kendrick, me ponen un beat de hip hop  y yo a hacerlo como cuando empecé, sin pretensiones, solo diciendo lo mío. 

¿Cuáles son esos infaltables en tus procesos creativos?

Sentirme feliz con lo que estoy haciendo, es como cuando uno tiene una brújula y encuentra el lugar al que quiere ir, eso se siente. Sin ser académica siento que soy bastante perfeccionista en las letras.

 Lo más importante es ser fiel a mis sentimientos y a lo que yo soy, eso es básico. 

‘En Tu Marea’ con Greeicy, ustedes dos son grandes referentes hoy en día… sobre todo tú, eres un gran referente del Pacífico colombiano. ¿Cómo te sientes con eso, con ser una persona que tantos jóvenes admiran?

Es una responsabilidad muy bonita, es ser un granito de arena para las nuevas generaciones, que puedan decir: “si Goyo hizo eso, nosotros hagamos más”, eso es brutal.

Amo a Greeicy, es una persona muy genuina y me gusta el timbre de su voz, es cero pretencioso y eso me encanta. ‘En Tu Marea’ es una canción que habla sobre la sensualidad y ese enamoramiento, por eso es lenta… la única persona que le iba a dar esa cadencia que quería, era Greeicy; cuando se la envié ella me dijo: “¡me empelicule! yo misma me senté a escribir mi parte”  y me mandaba cuando se grababa en su cuarto, fue súper bonito las dos creando en esos momentos. Esta canción es como agua para mi, es el agua del Pacífico. 

De las otras colaboraciones del disco, ¿cómo fue el proceso y cómo fue trabajar con nuevas generaciones como Luister La Voz, J Noa, DFZM y Zaider?

Afortunadamente todos ya conocían mi trabajo y tenía mensajes de ellos tipo: “Goyo te amo” y cosas así en redes sociales, además, yo siempre he sido de vibrar con la gente y con DFZM me gustó mucho porque cuando yo estudié en Buenaventura, conocí toda la jerga y el mundo del hip hop, eso era lo que viví en el colegio, escuchar Snoop Dog y los pantalones anchos, eso hace parte de nuestra cultura, ahora con DFZM de verdad que me encanta, cuando él canta se nota que es de Buenaventura. 


“El deseo de ser yo misma todo el tiempo, no dejarme domesticar, hacer y decir lo que yo siento”


Es muy bonito trabajar con artistas de una nueva generación, yo siempre he dicho que una sola golondrina no hace verano, muchas veces debemos comunicarnos con otras personas. Somos artistas que no encajamos nunca muy bien en el reggaetón, pero que ahora en el afrobeat, sí encajamos, esas raíces africanas con un beat moderno… ya había hecho parte de nosotros cuando estaba en Chocquibtown, pero todavía no se le decía afrobeat.

¿Qué crees que hace diferente al afrobeat hecho por personas del Pacífico?  

Respetar la percusión, para nosotros el ritmo es algo que tenemos desde niños. También, entender que esa percusión se puede demostrar desde el canto y en la manera de rapear, es algo que se estudia pero que también se lleva en la sangre.

En este punto de tu carrera me imagino que muchas cosas han cambiado… ¿Qué se mantiene de esa Goyo de ese primer disco Eso es lo que hay junto a Chocquibtown?

El deseo de ser yo misma todo el tiempo, no dejarme domesticar, hacer y decir lo que yo siento, ser yo en cualquier género, ser mujer, porque nosotros somos más que un género musical, lo importante es ser uno mismo en cualquier ritmo.

El amor y el respeto por el hip hop está intacto, pese a que he pasado por muchas etapas y no es lo que más he hecho, siempre hay una base de este género que se mantiene en mi. 

Hablando de este primer disco, es muy emocionante como se juntaron Chocquibtown, Tego Calderón y la maestra Zully Murillo. ¿Qué sentiste cuando esto se logró?

Fue bellísimo, sobre todo porque siempre fue mi sueño poder conectar con alguien como Tego Calderón, que representa al mundo afro desde el reggaetón y con la maestra Zully Murillo. Ella hace un álbum llamado Cuentos Contados y Cantados, un disco que me encanta y sobre todo me inspira.

Recuerdo que cuando ganamos el primer Grammy con Chocquibtown, Tego nos llamó y nos dijo: “nunca he colaborado con un artista colombiano, voy a colaborar con ustedes porque de verdad me gustan” nosotros no lo podíamos creer. Nos encontramos en un estudio y yo le dije: “Tego, el coro no lo voy a hacer yo, lo va a hacer la maestra Zully que es muy importante para nuestro folclor” le conté quién es ella y a él le encantó la idea.

Tenerlos a los dos en una canción fue algo muy especial para mi, porque se sintió esa conexión natural entre todos. Una de mis responsabilidades como artista es reconocer a los que estuvieron antes que yo, que han sido guías para que nosotros encontremos nuestro camino y la maestra Zully Murillo es eso, es una gran amiga, comemos pastel chocoano juntas, me regala libros para estudiar sobre alabaos, sobre los sonidos tradicionales, somos grandes amigas. 

Me imagino que trabajar como solista es diferente a trabajar dentro de un grupo. ¿Qué cambios crees que se han dado en tu manera de hacer música, en tu sonido?

Han sido cambios muy orgánicos, yo me dejo afectar mucho por el ambiente, lo que estoy viviendo y obviamente lo que está sucediendo a mi alrededor y en la música, me enamoro del sonido de diversos artistas y productores y me gusta encontrar cercanía a esos sonidos desde mi mundo. Me encanta vivir la vida y sus cambios. 

Cortesía.

Ya para terminar, ahorita el Pacífico colombiano es una gran fuente de talento, sobre todo porque cada día se sienten más orgullosos de su cultura y de su música. Tu fuiste importante durante ese proceso. ¿Cómo has visto la evolución de la música del Pacífico en estos últimos años?

La evolución ha sido enorme, cuando empezamos en Chocquibtown, el Pacífico, a mi parecer, estaba muy dividido, era como por un lado la gente de Guapi, por otro los de Timbiquí, los de Cali… para mi todos somos los mismos, entonces un día iba caminando por la séptima se me ocurrió: “Somos Pacífico, estamos unidos, nos une la pinta, la raza y el don del sabor”, vernos como un solo Pacífico. 

Me siento súper orgullosa que mucha gente a partir nuestro, empezara a reconocer no ciudades o pueblos por separado, sino todo el andén del Pacífico. Fue un trabajo con Chocquibtown muy pensado, increíble ver artistas nuevos como DFZM, Josman que está más en la onda del hip hop y De Mar y Río que son nuestro folclor. Al final todo es entender que somos multiétnicos y multiculturales, eso es lo que nos hace ser especiales como país.

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