Es su segundo material solista.
Gabriel Luch vuelve a la carga con su segundo disco solista y pateó el tablero. Sobrecarga de Sistema no tiene nada que ver con sus trabajos anteriores: es un viaje electrónico, conceptual y estético. Recordemos que fue cofundador de Peces Raros (álbum “No Gracias”) y más tarde lideró el proyecto Vicerboy, con un álbum homónimo y varios singles.
El álbum trae 11 tracks donde conviven instrumentales y canciones (incluida una en francés junto a Alt Dana), con influencias de Daft Punk, Justice, Moby y hasta un toque cinematográfico. El artista oriundo de Rio Negro y radicado en La Plata no busca dar instrucciones, propone tirarse de cabeza a un recorrido pensado para escucharlo entero, en auriculares o en la ruta.
El título viene de ese cartel clásico de los programas de producción musical cuando la sesión se satura. Pero Luch lo resignifica: vivimos sobrecargados de información, estímulos y ruido, y este disco funciona como filtro y catarsis. Todo nació en su home studio, aunque las grabaciones pasaron por Karu Estudio con músicos invitados, antes de ser trituradas y rearmadas digitalmente por el propio Gabriel.
Con estética a cargo de la DJ y diseñadora Lara Yasmín, el proyecto se completa con visuales que mezclan glitch, cine de terror ochentoso y gráfica noventera. Una experiencia expandida que cruza música, arte digital y la obsesión de Luch por ir siempre más allá.
