El caso que rodea al financista condenado por tráfico sexual Jeffrey Epstein es uno de los más polémicos, si no el más, de lo que va del siglo. Su magnitud se explica, en gran parte, por la cantidad de figuras influyentes del mundo político, empresarial y del espectáculo que, directa o indirectamente, han aparecido vinculadas a su entorno.
En ese contexto, el gobierno de Estados Unidos dio un paso sin precedentes al hacer públicos miles de documentos del caso en cumplimiento de la Epstein Files Transparency Act, una ley aprobada en 2025 que obliga al Departamento de Justicia (DOJ) a divulgar material relacionado con las investigaciones sobre el magnate y su red criminal.
Tras años de opacidad en torno a un entramado de abusos que operó durante décadas, las primeras entregas de archivos −que incluyen fotografías, transcripciones de entrevistas, registros telefónicos y documentos judiciales− han arrojado una luz parcial sobre la estructura de la red.
Aunque buena parte del material, según el Departamento, permanece fuertemente censurado para proteger a las víctimas, las publicaciones incorporan registros de investigaciones antiguas y recientes, así como documentos inéditos de audiencias de gran jurado y quejas del FBI que se remontan a la década de 1990, lo que refuerza denuncias históricas sobre fallas sistemáticas en el manejo judicial del caso.
Departamento de Justicia de EE. UU
En la primera fase de la publicación, las autoridades norteamericanas incluyeron miles de páginas con fotos y notas. Sin embargo, el contenido es incompleto y muchos documentos están censurados, lo que ha generado críticas cruzadas desde distintos sectores.
Además, al menos 16 archivos desaparecieron de la página web pública del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre documentos relacionados con el caso, incluida una fotografía en la que aparecía el presidente Donald Trump, menos de un día después de su publicación y sin ninguna explicación por parte del gobierno ni aviso al público. La foto fue nuevamente publicada después de los cuestionamientos.
El subsecretario del Departamento de Justicia, Todd Blanche, aseguró que la censura no está vinculada a proteger a figuras políticas como Donald Trump, sino que responde a las preocupaciones expresadas por las víctimas, cuya identidad debe ser salvaguardada, y a la revisión continua de material sensible antes de su re-publicación. Blanche indicó que las imágenes retiradas volverán a estar disponibles tras aplicar las censuras pertinentes.
Las víctimas y sus representantes han sido especialmente críticos con la publicación parcial, señalando que la censura masiva de contenido y la falta de transparencia podrían minimizar el alcance de los abusos y la responsabilidad institucional. Algunas sobrevivientes expresaron su frustración porque documentos clave permanecen ocultos o incompletos, lo que, a su juicio, impide una comprensión exhaustiva de la red de abusos y sus fallas judiciales históricas.
La situación también ha provocado tensiones políticas: legisladores demócratas y republicanos han cuestionado el cumplimiento de la ley y, en algunos casos, barajan acciones contra la fiscal general por no divulgar completamente los archivos, sugiriendo que la estrategia de publicación ha sido demasiado cautelosa y podría estar obstaculizando la rendición de cuentas que la ley buscaba garantizar.
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Entre los materiales se encuentran imágenes de Epstein y su colaboradora Ghislaine Maxwell, quien cumple una condena de 20 años por su papel en el reclutamiento de menores. Más allá de los vacíos y tachaduras, algunos documentos aportan nuevos detalles sobre el papel de Maxwell dentro de la red.
Los registros muestran cómo manipula emocionalmente a las menores sometidas a abusos, utilizando tácticas de grooming para ganarse su confianza. Según los testimonios, se presentaba como una figura cercana, casi una “hermana mayor”, antes de introducirlas en situaciones de abuso sexual con Epstein o instruirlas sobre cómo comportarse.
Estos documentos revelan que la manipulación psicológica era una pieza clave del funcionamiento de la red, reforzando la idea de que Maxwell no fue una colaboradora secundaria, sino una figura activa en el control emocional de las víctimas previo a su explotación.
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Aunque la presencia de un nombre o una fotografía en los archivos no implica acusación de delito, varios personajes de alto perfil han aparecido en las imágenes o documentos hasta ahora divulgados, lo que ha reavivado el debate público sobre el alcance social y político de la red que rodeaba a Epstein. Las autoridades han insistido en que estas menciones no constituyen prueba de participación criminal, pero sí evidencian la cercanía del financista con élites de distintos ámbitos.
Además del actual mandatario estadounidense, destacan figuras como el expresidente Bill Clinton, el cantante Michael Jackson, los músicos Mick Jagger y Diana Ross, y los actores Chris Tucker y Kevin Spacey. También aparecen figuras como Andrew Mountbatten-Windsor (Príncipe Andrés) y Sarah Ferguson, así como el periodista Walter Cronkite.
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La divulgación de los archivos también ha tenido repercusiones en Colombia. Entre los documentos difundidos ha surgido una imagen del expresidente colombiano Andrés Pastrana junto a Ghislaine Maxwell, lo que reactivó el debate sobre sus vínculos con personas cercanas a Epstein.
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Según las transcripciones oficiales, Maxwell y Pastrana compartieron una afición por la aviación, y en uno de los registros se menciona un viaje conjunto a Colombia y otro a Cuba, donde habrían pilotado un helicóptero Blackhawk, aunque ella misma indicó que no está claro si Pastrana viajó en el “Lolita Express”.
Luego de la publicación de esta fotografía, el presidente Gustavo Petro en su cuenta de X reaccionó con indignación por este hecho, rechazando el hecho de que Maxwell llevara puesto un uniforme de las Fuerzas Militares. “Cómo se le ocurre a esta ilustre derecha ponerle el uniforme de nuestra fuerzas militares a una pederasta”, dijo el mandatario.
Tras la reacción del presidente, el exmandatario respondió también mediante su cuenta de X expresando que no se siente “intimidado”, y que es Petro quien “se rodea de violadores”. “Este gobierno está en mora de enfrentar un delito que le corresponde a la Corte Penal Internacional. Y Petro, de explicar sus escándalos públicos“, concluyó Pastrana.
