Ramma, en su esencia más pura y libre
Ramma es una de las voces más prometedoras de la escena alternativa contemporánea. Si bien el artista argentino inició su carrera influenciado por el trap, hoy ningún género logra definirlo. No teme experimentar, intentar y, sobre todo, arriesgarse. En esta nueva etapa de su trayectoria, Ramiro Valentín se despide de la imagen que sus oyentes y espectadores habían construido sobre él, con el propósito de concretar aquello que más había anhelado en su camino artístico —y también personal—: adentrarse en una faceta musical y escénica que le permitiera crecer, madurar y proyectar sus deseos más profundos.
Esta nueva era no solo nos invita a conocerlo en su totalidad ni nos deja preguntándonos qué ocurrió con el MVP de la nueva generación del trap argentino; también revela a un artista que, sin duda, es una promesa destinada a dejar de ser, muy pronto, el diamante en bruto de la música argentina. Está destinado a ser el diamante completo.
Criado en una familia melómana y bastante religiosa, Ramiro Valentín comenzó a tocar instrumentos y a cantar a una edad muy temprana. Fue su primera conexión íntima con la música, para después ligarse a melodías derivadas del pop, rock y un poco de todo. “Yo tenía la imagen de un artista de rock con una guitarra, en un escenario y rompiendo todo. Recuerdo que quería hacer eso y les hacía conciertos a mi familia”, comparte Ramma a ROLLING STONE en Español.
Con el paso de los años, la música siguió acompañándolo. Ramma comenzó a producir por pura diversión, lo que lo llevó a sus primeros experimentos con el trap y a una etapa autodidacta que despertó en él el deseo de crear música sin importar dónde estuviera. “Si tenías un micrófono y las herramientas, que realmente eran precarias, podías hacerlo. Literal era el peor micrófono y una compu, pero se podía hacer música. Eso me impactó”, dice. “Le empecé a grabar canciones a un amigo y a gente de mi ciudad. Hubo un día que vino otro compañero y me dijo que hiciéramos un tema juntos, pero yo hacía música en chiste y no me lo tomaba en serio. Desde ahí liberé algo”.
Aunque ese momento transformó la manera en que Ramma veía la música, todo dio un giro definitivo cuando a su vida llegó su propio “momento mariposa”: “Yo le decía a mis amigos que estaba dispuesto a dejar todo por hacer música. No era negocio, sino lo más importante. Todo cambió en serio cuando me fui a vivir a Buenos Aires. Creo que fue el primer momento que me lo tomé en serio. Fui a estudiar a la universidad, pero también hacía música. Recuerdo que fueron como dos meses, pero yo ya sabía que no me gustaba, sólo quería hacer música. Todas las mañanas tomaba un tren para ir porque era muy lejos; me tenía que levantar como a las 5am para bañarme. Un día fui a la parada del tren y lo perdí. Me fui a casa y ya no lo intenté más. Jamás regresé a la facultad. Me quedé a hacer música”.
“Después de ese momento llegó ‘Bichigyal Rmx’, que realmente es un antes y un después”.
Con la atención puesta en Ramma, miles de usuarios en internet se preguntaban quién era ese joven argentino cuya voz tan singular y esencia incomparable brillaban en la nueva canción de un grupo de chicos que se había reunido para crear un nuevo tema de trap. Ya no había vuelta atrás: los reflectores estaban sobre Ramiro Valentín. El proyecto comenzó a florecer muy rápidamente y sus videos comenzaron a tener una gran viralidad en redes sociales, por consiguiente, sus canciones estaban dando de qué hablar. El trap ya tenía una nueva cara: juvenil, fresca y con ganas de comerse al mundo. “Comencé en el trap porque la gente lo banca como una religión. Es un género que tiene muchos elementos. Siempre vi el trap como un género más. Tenía una compu a la que no se le podía meter muchas pistas, y mi solución fue grabar con un beat de trap. Encontré en el trap una similitud con el rock, por así decirlo. Es un género versátil. Puedes tener un trap triste, melódico o agresivo. Puedes amoldar el género como quieras”, revela. “Desde ese sentido, siempre me llamó la atención el trap. Tengo trap que son más trap, o también que son más rock”.
Y agrega: “El reconocimiento fue loco. Al principio, sentí mucha euforia y me pregunté qué estaba pasando. Por primera vez había sentido que lo que había estado trabajando por muchos años era tangible. Es muy peligroso porque cuando te cambia la vida tan drásticamente no entiendes nada. Fue muy de la nada. Cuando salió el tema yo vivía en un departamento demasiado chiquito, donde no podía poner calefacción porque la electricidad no daba para nada. No tenía agua y lo asocio al momento en el que padecía de mucho frío, pero de la nada llegó la canción y sentí que era la mano del mundo agarrándome y diciéndome que tomara mi mérito. Fue muy lindo y mágico. Fue el momento en el que me di cuenta que había un propósito mayor para mi música”.
Con proyectos de la talla de INCRÉDULO, INTRÉPIDO e INMORTAL, Ramma logró afianzarse como una de las voces más destacadas del trap argentino. Esta trilogía refleja su ambición de conquistar el mundo: a través de canciones cargadas de euforia y una lírica intensa y feroz, nos revela lo que, hasta entonces, parecía ser la ruta sonora y el propósito artístico de su proyecto.
Con RV, su nuevo álbum de estudio, Ramma se muestra plenamente como cantante, músico, artista y productor. Este trabajo va mucho más allá de lo que el argentino había dejado ver hasta ahora: aquí se revelan sus ideas, anhelos y aspiraciones más profundas, tanto de su proyecto artístico como de su propia persona.
Desde lo sonoro. Ramiro Valentín se adentra a la experimentación y búsqueda que había deseado desde siempre. Un trabajo meticuloso que profundiza y pretende una búsqueda más personal y artística de lo que actualmente caracteriza al argentino. “Grabamos todos los instrumentos. Yo grabé todos los teclados y los pianos. Todos los sintetizadores son analógicos. El álbum es todo analógico. El bajo lo hizo Tadu, quien es mi productor. Yo creo que, sonoramente, es un disco grabado al estilo “vieja escuela”, que todavía puede ser muchísimo más. Aún así todavía tiene un enfoque moderno”.
Y continúa: “Yo quiero ser un artista muy versátil. No me quiero encasillar. La verdad es que quiero hacer discos de un montón de géneros. Todo va a seguir fluyendo. Lo hice para transmitir lo que realmente siento, no tanto pensando en una composición o pensando en la estructura de una canción, sino en una libertad creativa. Este disco es más personal porque es más puro. Lleva mi nombre”.
“Con RV pude liberar todo lo que quería hacer. Yo creo que transmito lo más puro de mi corazón con este disco. Es lo más real que está viviendo Ramiro Valentín”
Si bien este disco es lo que Ramma siempre deseó, aún queda una pregunta: ¿En dónde está el MVP? Pues, sencillamente, se transformó. Tal vez ahora no lo cantá bajo una barra voraz que dice: “El estudio en mi casa porque hay mucho laburo para llegar a ser el MVP / Hambre de ganador, y cuando la gente pregunta les digo que así nací for real”. Sin embargo, ahora hay uno que canta muy melódica e íntimamente: “Y si algún día sonreías, pintándote la vida / Sabes que no tengo miedo de empezar again”.

“Dejo atrás cierta imagen, desde lo sonoro hasta lo visual. Creo que cambia un montón, todo lo que vengo representando desde INCRÉDULO, INTRÉPIDO e INMORTAL. Creo que esos discos muestran a un Ramma que se quiere comer el mundo y que quiere cumplir sus sueños. Este nuevo Ramma, este nuevo RV, deja atrás esa imágen y se vuelve más filosófico y maduro de la vida. Él ya cumplió muchas metas y sueños, pero ya tiene ganas de cumplir unas nuevas”, reflexiona. “No me siento realizado en lo absoluto, aún tengo sueños más grandes. Siento que este disco me hizo reflexionar mucho. Lo más valioso es lo más puro, y creo que el disco quiere representar eso”.
RV funciona como una auténtica carta de presentación para conocer íntimamente a Ramma. Antes conocíamos a ese chico voraz e intrépido que avanzaba a 360 km/h, pero este material nos revela algo más puro, real, melódico, melancólico, escénico y profundamente musical: todas esas facetas de Ramiro Valentín que aún no habíamos visto en su totalidad. “Empezaré a hacer y decir lo que quiero. No es que no lo haga, pero Ramiro Valentín cuida mucho a Ramma. Ahora, Ramiro Valentín viene a decir lo que desee, no lo que Ramma le diga”, finaliza. “Creo que tengo un alterego que manejo bien. Se viene una etapa muy musical. Esperen a un Ramma más picante”.











