Prohibición de múltiples cuentas, TradeDesk desaparecido
A raíz de la demanda de la Comisión Federal de Comercio del mes pasado, Ticketmaster anunció un cambio de política importante y les dijo a los legisladores que la compañía planea prohibir a los fanáticos y corredores operar múltiples cuentas en su plataforma. Ticketmaster también planea cerrar su muy criticada aplicación de carga de boletos TradeDesk y comenzar a exigir a los corredores de boletos que entreguen sus números de Seguro Social para poder vender boletos en la plataforma de reventa de Ticketmaster.
El cambio se describe en una carta detallada de 10 páginas dirigida a los senadores. Marisa Blackburn (R-Tennessee) y Ben Ray Luján (DN.M.), de fecha 17 de octubre, por el vicepresidente ejecutivo de Live Nation Daniel M. Pared. La carta del principal abogado de asuntos corporativos y regulatorios de la compañía responde a una investigación del Congreso sobre la demanda de la Comisión Federal de Comercio, a la que se unieron siete fiscales generales estatales, acusando a Ticketmaster y Live Nation de comportamiento anticompetitivo y violaciones de la Ley BOTS.
El mensaje de Wall es claro: el caso de la FTC “presenta una visión distorsionada de los hechos y la ley”. Sostiene que las afirmaciones del gobierno se basan en interpretaciones “novedosas y expansionistas” de la Ley de Mejor Venta de Entradas en Línea (BOTS), y que Ticketmaster –no sus competidores– ha hecho más que nadie para combatir la reventa y el fraude.
Desde el principio, Wall posiciona a Live Nation como un aliado de los consumidores, no como un adversario. Wall comienza asegurando a los senadores que la compañía comparte su “compromiso de apoyar a los artistas y fanáticos y proteger la integridad de la industria del entretenimiento en vivo”. La denuncia de la FTC, sostiene, apunta a la única empresa que “indiscutiblemente ha hecho más que nadie en la industria para luchar contra los malos actores”.
Una de las acusaciones más graves en la denuncia de la FTC es que Ticketmaster “se coordinó con los corredores de boletos” para obtener inventario y beneficiarse de las tarifas de reventa. Llamadas de Wall que afirman ser “categóricamente falsas”.
Sostiene que la FTC ha confundido la práctica de larga data de la industria de que los corredores mantengan múltiples cuentas (un vestigio de la era de los boletos físicos) con una conspiración ilegal. “Es cierto que a los corredores de boletos se les ha permitido mantener múltiples cuentas; decir que eso es conspiración es engañoso”, escribe Wall, enfatizando que Ticketmaster no transfiere boletos en secreto a revendedores ni relaja la aplicación de los límites de boletos “para obtener ganancias financieras”.
La carta enmarca el problema como una práctica histórica, no como una mala conducta, y señala que los mercados secundarios como StubHub, SeatGeek y Vivid Seats dependen del inventario de corredores para entre el 80% y el 100% de sus listados. Desde el punto de vista de Live Nation, permitir a los corredores múltiples cuentas puede ser una práctica heredada que vale la pena reformar, pero no es un delito.
La controversia de TradeDesk
La carta de los senadores se hizo eco de las preocupaciones de la FTC sobre TradeDesk, la plataforma de gestión de inventario de Ticketmaster, que según los reguladores facilitó la recolección de boletos a gran escala. Wall califica esa descripción como “claramente falsa”.
Según la carta, TradeDesk no compra boletos y no tiene funcionalidad de bot. En cambio, es una herramienta logística para que los corredores rastreen y fijen el precio de sus listados en múltiples mercados. “Es uno de los numerosos sistemas de gestión de inventario”, escribe Wall, citando TicketUtils de StubHub, SkyBox de Vivid Seats y herramientas independientes como Automatiq como software comparable.
Aún así, en una concesión notable, Live Nation dice que “eliminará del mercado la funcionalidad de gestión de entradas para conciertos de TradeDesk” para evitar “daños a la reputación”. Wall reconoce que los usuarios simplemente migrarán a otros sistemas, pero la medida parece diseñada para mitigar las críticas políticas y mostrar que Ticketmaster se toma en serio la reforma.
Wall también anunció un cambio importante en las reglas de la compañía sobre cuántas cuentas puede operar un usuario. La política actual de la empresa, a partir de agosto de 2025, explica que “cada cuenta (de Ticketmaster) debe estar vinculada a una persona única y contener información actualizada”, y señala que la empresa “puede restringir la cantidad de cuentas que puede crear”.
En el futuro, explica Wall, Ticketmaster ahora limitará todas las entidades, incluidos los revendedores profesionales, a una única cuenta verificada. Cada cuenta de reventa requerirá una identificación de contribuyente única y las cuentas excedentes se cancelarán. Wall dice que Ticketmaster implementará nuevas herramientas de inteligencia artificial y verificación de identidad para identificar cuentas falsas o duplicadas y eliminar usuarios no autorizados. Ticketmaster ya bloquea más del 99% de los 25 millones de intentos de registro diarios, afirma Wall.
Ticketmaster también ampliará sus sistemas anti-bots que actualmente bloquean 200 millones de bots por día, con nuevas herramientas para que los artistas realicen “barridos de entradas post-venta” para cancelar compras fraudulentas. Finalmente, Wall reitera que Ticketmaster trabajará con los artistas para garantizar que más entradas lleguen a los fanáticos, citando programas como Artist Sign Up, Smart Queue y Face Value Exchange como ejemplos de innovación amigable para el consumidor.
La compañía presenta estas iniciativas como prueba de buena fe, un esfuerzo por mostrar a los legisladores que Live Nation está abordando los mismos problemas que la FTC afirma que está ignorando.
Wall rechazó los argumentos de que Ticketmaster estaba “haciendo la vista gorda” ante la actividad de los bots porque la empresa se beneficia de las tarifas de las ventas primarias y secundarias. Wall descarta la teoría como “sin sentido”, argumentando que los ingresos por reventa representan menos del 2% de los ingresos totales de Live Nation y que su participación en el mercado de reventa está por debajo del 20%. “Nuestros incentivos son claramente para favorecer a los artistas y fans”, escribe.
La carta también apunta al uso por parte de la FTC de un correo electrónico interno de 2018 que sugiere que Ticketmaster “hace la vista gorda como una cuestión de política”. Wall afirma que la agencia citó erróneamente el mensaje fuera de contexto, señalando que el autor en realidad se estaba quejando de un “muro” de cumplimiento interno que separa las operaciones primarias y de reventa de Ticketmaster, y no abogaba por una aplicación laxa. La FTC, escribe, “seleccionó nueve palabras fuera de contexto y cambió la política a la que se dirigían esas palabras para crear esa impresión errónea”.
Una lucha más amplia por la Ley BOTS
El centro de la disputa es cómo debe interpretarse la Ley BOTS, una ley de 2016 copatrocinada por el senador Blackburn. La FTC afirma que Ticketmaster violó la ley al permitir a los corredores eludir los límites de los boletos. Live Nation sostiene que la ley nunca tuvo como objetivo penalizar la propiedad de múltiples cuentas, sino apuntar a la elusión tecnológica, es decir, el uso de robots o scripts para eludir los sistemas antifraude.
“El caso de la FTC se basa en una visión fundamentalmente novedosa y expansionista de la Ley BOTS”, escribe Wall, acusando a los reguladores de “eliminar 'controles tecnológicos' del estatuto”. En su opinión, sólo aquellos que usan o controlan software para eludir las medidas de seguridad (no todos los corredores con cuentas adicionales) pueden violar la ley.
Irónicamente, señala Wall, la propia Live Nation ha abogado por ampliar la Ley BOTS para prohibir explícitamente las herramientas automatizadas de compra de entradas, lo que sugiere que la empresa apoya leyes anti-bot más estrictas, pero no esta interpretación de ellas.
Wall cierra expresando su apoyo a la Ley bipartidista de venta de entradas para eventos MAIN, que tiene como objetivo ampliar la Ley BOTS y mejorar la notificación de ataques de bots. Pero advierte que exigir a las empresas de venta de billetes que informen de cada caso de elusión podría saturar el sistema: “Los intentos de elusión… ocurren constantemente y a enorme escala”.
En cambio, insta a la FTC a centrarse en la aplicación de la ley, persiguiendo a los “proveedores de tecnología de recolección de boletos y a sus clientes”, en lugar de imponer nuevos mandatos de presentación de informes a compañías como Ticketmaster.
La carta es más que una refutación: es un documento estratégico. Al enmarcar el tema como un problema tecnológico y legislativo, Live Nation está trasladando la lucha de la lucha antimonopolio a la ciberseguridad y apostando a que los formuladores de políticas se preocupan más por luchar contra los bots que por meterse en un complejo caso de ruptura. Al mismo tiempo, la decisión de Live Nation de cerrar TradeDesk e imponer reglas de cuentas más estrictas muestra que la compañía reconoce el costo político de la percepción. Incluso si el caso de la FTC falla en los tribunales, la narrativa pública sobre la “colusión con revendedores” podría resultar perjudicial en el Congreso.
Por ahora, el mensaje de Live Nation a Washington es simple: no somos los villanos, somos nosotros quienes luchamos contra ellos.