“No es una carrera de velocidad, es de resistencia”: Debi Nova sobre ser cantautora
Ser cantautor o cantautora conlleva una dedicación más allá de lo que se escucha en una canción, es dejar plasmado en voz, papel y sentimiento toda una historia, emoción, memoria, objeto… en realidad, Todo Puede Convertirse en Canción.
Déborah Nowalski Kader, más conocida como Debi Nova, nació en San José, Costa Rica. Su vida en los escenarios inició de la mano de Gandhi, una agrupación muy famosa en país natal durante los 90 y 2000. Más adelante, dio un salto internacional convirtiéndose en corista del afamado cantante puertorriqueño Ricky Martin, experiencia que seguramente le brindó la experiencia necesaria para emprender su camino como cantautora, un camino de paciencia, valor y una gran sensibilidad para plasmar en sus canciones y letras un mensaje positivo y con sentido (cosa que hoy en día es difícil de encontrar dentro del mainstream).
¿Qué significa la música para ti?
La música lo es todo. Es mi vida, es mi modo de expresarme y conectar, es mi salvavidas.
Cuéntanos un poco más de cómo nació este concepto del disco: Todo Puede Convertirse en Canción
Empezó como suelen empezar todos mis álbumes, sentándome a ver qué sale de mi [Risas]. Recuerdo sentarme en el piano a inicios del 2024 y empezaron a salir canciones bastante tristes, en particular ‘Brindo’, que es una canción de algo que me sucedió hace 20 años y me marcó mucho, nunca había podido escribir de eso. En el momento en que esa canción salió de mi cuerpo dije “wow”, es una maravilla poder convertir eso que siento, eso que me pesa en una canción. Ahí se empezó a maquinar el concepto.
“La realización más grande a lo largo de mi carrera y a lo largo de mi vida, es que nunca he estado trabajando para algo que vaya a venir o para algo que ya pasó”.
En julio del año pasado estaba en una sesión en Ciudad de México junto a Julian Bernal y Ana Sof, estábamos componiendo la primera canción del disco ‘20/20’, y la frase me llego “Todo puede convertirse en canción”, ese era el título para el álbum, lo supe en ese momento.
Cuando estás componiendo, ¿prefieres hacerlo con el sentimiento a flor de piel o cuando ya ha pasado un poco de tiempo y lo piensas con cabeza fría?
Usualmente es cuando ya ha pasado un tiempo y puedo tener más perspectiva, es un poco más fácil para mi. Sin embargo, para este disco para lo que iba a ser la segunda canción ‘Dejarlo’, yo llegué quebrada al estudio, ese día había pasado lo que pasó [Risas]. Te diría que gracias a la conversación con las cuatro personas que estaban en el estudio que surgió la canción ‘Dejarlo’, pero usualmente cuando lo hago yo sola, no puedo hacerlo con el sentimiento a flor de piel.
¿Y fue fácil ese día abrirte con esas cuatro personas que estaban en el estudio?
Todo depende de quienes son las personas. En ese momento estaba Julian que lo conozco ya hace varios años, Ceci que la conozco de toda la vida y Aniquita si la conocí ese día, pero alguna veces peco por abrirme demasiado y contar mucho de mi cosas [Risas], muchas veces voy a corazón abierto contando mis sentimientos. Además como te decía, ese día llegué quebrada al estudio, no tenía otra opción que compartirlo.
Siento que un mensaje importante de este disco es vivir el presente. ¿Por qué te parece importante dar este mensaje?
La realización más grande a lo largo de mi carrera y a lo largo de mi vida, es que nunca he estado trabajando para algo que vaya a venir o para algo que ya pasó. La vida es el momento, es el presente y creo que es una realización muy bonita. Obviamente, cuando somos jóvenes tenemos muchas aspiraciones y sueños, y pensamos que quitandolos vamos a perder motivación, pero ahí está la magia, en encontrar esa realización en cada momento, ahí entendemos que la vida es muy hermosa.
Me ha costado llegar a este pensamiento y a este lugar, pero creo que es un lugar muy sano, sobre todo para hacer música, porque estás en el estudio sin pensar que va a pasar con esa canción, simplemente estás haciendo música porque te estás divirtiendo y la estás sintiendo.
También como madre, hay dos cosas que me están pasando, lo primero es ver como mi hija está creciendo rapidísimo, eso me lleva a vivir el presente con intensidad, y segundo, apreciar los momentos conmigo misma, son momentos muy preciados porque son poquitos.
En términos sonoros, ¿cómo definirías que ha sido la evolución de tu sonido?
Cada álbum ha sido un universo, pero siento que a todos los une el no tenerle miedo a los géneros, yo estoy bien haciendo una bachata y en el mismo disco hacer un trap. Este nuevo disco es más experimental, un estilo ecléctico con jazz pero también con balada corta venas como ‘Holograma’.
No le tengo miedo a la música, es un lujo que me puedo dar como cantautora. Todo Puede Convertirse en Canción en términos de sonido corresponde mucho a lo que me gusta escuchar, me gustan mucho el soul, jazz, hip hop.
Desde tu primer disco en 2009, ¿en qué has cambiado más?
Soy otra persona. En términos personales lo que más ha cambiado es la confianza puesta en mí misma, en mi voz, en lo que yo quiero hacer.
En ese primer álbum de 2009 tenía muchas voces externas que me guiaban. Todo Puede Convertirse en Canción es un disco completamente mío. Es el disco que sonoramente es más mío. Ahora tengo más confianza en mi voz interior.

¿Qué consejo le darías a un cantautor o cantautora que apenas está iniciando su carrera?
Cuando uno está comenzando quiere que todo pase inmediatamente. Hace muchos años me dijeron algo que se ha quedado conmigo por siempre: “el camino del cantautor es largo, no es una carrera de velocidad, es de resistencia”. El cantautor debe llenar su maleta de canciones y eso no ocurre de la noche a la mañana.
Cuando me dijeron eso sentí paz en mi corazón. Mi consejo es que no traten de llegar a la meta en su primer disco, que la meta sea tener muchos álbumes con el pasar de los años y que eso los llene de vida.