Midnight Generation, constancia que suena a funk-pop

Midnight Generation lleva años trabajando con constancia y talento, construyendo una propuesta sólida basada en el groove y una identidad sonora que mezcla el funk, el pop, la electrónica y una buena dosis de corazón. Con Tender Love, su más reciente disco, la banda se posiciona como una de las propuestas más emocionantes de la nueva escena mexicana. En esta entrevista, Fernando Mares, integrante del grupo, nos habla del crecimiento orgánico del proyecto, el poder del algoritmo, el valor de hacer música desde la emoción y sus planes a futuro. 

Son un gran ejemplo de que la constancia es clave. No digo que antes no haya pasado nada con la banda, porque han sonado por mucho tiempo, pero esa constancia y paciencia los tiene hoy en lo más alto. ¿Qué has aprendido sobre la constancia en la música? 

Sí, hay mucho de eso. Definitivamente hemos construido bases sólidas. ¿A qué me refiero? Desde que empezamos, lanzamos música. Al principio comenzamos a promocionarnos mucho aquí en México. Después empezamos a pisar oportunidades en Latinoamérica, como en Colombia, Perú, Ecuador y República Dominicana. Nos empezaron a invitar para allá, pero realmente, para empezar a tocar en Estados Unidos o Europa y que fuera factible, ya se requería de un impulso un poquito mayor. Y creo que todo eso fue resultado de ser constantes con la música, seguir promocionando, seguir utilizando las redes sociales, y encontramos una formulita que nos funcionó. Por ahora estamos muy contentos, porque en una semana nos vamos para Ámsterdam. Se vienen unos meses bien movidos, pero increíbles para la banda. Viene fuerte.

Muchos artistas le temen a eso de las redes, no quieren crear contenido. ¿Qué tanto adjudican su presencia actual a las redes?

Pues mira, yo creo que sí es un tema. Yo no lo veo así, estudié marketing y siempre he trabajado en eso, aunque tampoco me considero un especialista. Pero sí siento que los músicos suelen decir: “yo no voy a hacer ese TikTok, yo no voy a hacer esta madre”, y estoy de acuerdo, pero no te puedes quedar ahí. Tienes que hacer algo para llamar la atención, y yo veo muy claro que las redes sociales son meramente entretenimiento. Cuando generas algo que llama la atención en los primeros 3-4 segundos y los picas un poco con lo que haces, la gente se queda. Se sube al algoritmo y la neta hace lo suyo, llegando a gente de todos lados. Eso nos ha sorprendido, porque de no haber trabajado en las redes hace 6, 7, 8 meses, no estaríamos hablando de esto. Hoy ya podemos decir: “tenemos sold out en Los Ángeles, Seattle sold out, Denver sold out”, en Europa también, Barcelona y Madrid están sold out, Ámsterdam también. Otros lugares como Múnich ahí van, pero era algo inimaginable, y no se podría haber logrado sin el uso de las redes.

Cortesía.

También hay que usarlas de manera provechosa para que los seguidores se traduzcan en boletos vendidos. ¿Ustedes por qué creen que en su caso sí se traduce en eso?

Mira, yo no sé si nuestros números se traducen directamente a boletos vendidos, pero sí considero que hemos estado creciendo mucho en gente que nos ve. Cada vez que hacemos un show, vamos a un venue más grande y se logra. Es un tema interesante. Creo que tiene que ver con cómo posicionas tu proyecto y qué tan clavado eres. Hay bandas que, aunque tengan menos seguidores, tienen una comunidad súper involucrada: un montón de likes, comentarios… Nosotros últimamente hemos llegado a muchos seguidores nuevos, y nos está funcionando. Mucha gente está descubriendo nuestra música, y hemos notado que hay banda que está buscando este tipo de sonido, que quiere ver cómo tocamos, cómo lo hacemos.

Me encantó la historia de ‘Don’t Wait Up’, que literalmente fue como un proceso al revés: la tocaron en vivo, hicieron un video y luego ya vieron que estaba la necesidad de la rola. ¿Cómo fue?

Antes de un show, tenía la idea de meter un ritmo de talkbox, y justo antes de irme al show lo armé, ni siquiera en el estudio. Marqué un MIDI, lo mandé al talkbox y lo fui modulando con la boca. Lo tocamos sobre otra rola de la banda que se llama ‘Trouble’, al final, y la banda subía muchos videos de esos momentos. Entonces dijimos: “órale, sí se siente bien este pedo”. Después subimos un video a las redes con ese sonido en vivo, llegó a un chingo de gente, y dijimos: “güey, tenemos que hacerle la rola”. Así que le hicimos la canción a ese sonido, y funcionó muy chido. Justamente eso fue lo que detonó la gira en Estados Unidos y Europa.

¿Y cómo fue tu encuentro con el talkbox? ¿Ya lo usabas o fue un experimento nuevo?

Ya lo traía bien inspirado por las bandas que me gustan. Lo escuchaba con Chromeo y me encantaba. Lo veía y decía: “no mames, esto está bien perro”. También veía a Stevie Wonder y todo lo que hacía con el talkbox, igual Roger de Zapp. Es una parte muy divertida de ese tipo de funk, y como casi no se le saca tanto provecho, siento que es un instrumento que escuchas y en automático volteas: “¿qué está tocando?”. Por eso me gustó y le agarré luego luego el toque. Hoy lo integro a la música y me divierto un montón.

Cortesía.

Muchas veces siento que en este tipo de bandas se habla mucho del sonido, de las influencias, de a qué otras bandas se parecen, pero no tanto de las letras y la emoción detrás. El disco habla de amor puro y de querer bonito, y por eso se llama Tender Love. ¿Qué tanto entran las emociones y qué tanta importancia tienen las letras para la banda?

Realmente, el tema de Tender Love surgió porque empecé a escuchar mucho a Barry White y a los Bee Gees, y mucho de lo que decían me hacía sentido. De repente también con un tono sensual, pero no erótico, sino más bien de querer a la mujer, cuidarla y respetarla. Eso me hizo mucho eco, y así es como lo siento y lo vivo. Siento que hay mucha música donde las canciones de amor giran en torno al mismo tema o son un poco más superficiales. Me gustó el tema y dije: “vamos a intentar hacerlo de una forma bonita”.

Y no solo es de amor. Vi que hay una canción sobre algo muy difícil, el fallecimiento de la madre de Samuel. ¿Cómo fue ese proceso?

Sí, fue justo cuando sucedió. Personalmente me inspiré mucho en eso y pensé: “¿por qué no en español? Es nuestro idioma y siento que va a quedar bonita”. Me pude reflejar mucho en él porque vivimos todas esas experiencias, lo acompañamos, y fue algo especial. Pensamos que estaría chido dejar algo que se quede.

Ahorita que mencionas el español… Obviamente tú lo sabes mejor que nadie: a las bandas mexicanas que cantan en inglés se les cuestiona mucho. Pero sí, creo que hasta en esa canción se siente más genuina. ¿Por eso decidiste hacerla en español?

Nomás se me antojó. A ver, la realidad es que sí, se cuestiona y todo lo que quieras, pero siento que quienes lo cuestionan son gente que tampoco cuestiona lo que cuestionan. No necesariamente todo tiene que ser en cierto idioma. La idea de la música es que es música, y cada quien decide cómo la hace. En teoría, la música es para uno mismo. Nosotros la creamos sabiendo que tiene una repercusión y un eco en la gente. Eso lo hablaba mucho David Bowie: cuando haces algo pensando en la gente, es cuando haces tu peor trabajo. Nunca nos hemos enfrascado en eso. Me encantaría, y de hecho hay otra canción en español que va a salir después. No estamos en el rollo de “no, nunca les vamos a cantar en español porque somos europeos”, ni al caso. Somos 100% mexicanos y nos encanta la cultura. No siento que pudiera vivir en otro país. Amo México, pero la realidad es que el inglés nos está dando esa oportunidad. Incluso promotores que están trabajando con nosotros nos dicen: “síganle aquí, porque ahorita están en un foco. Van a cautivar muchas miradas, mucha gente nueva de otros países. Algo que nunca habían visto de mexicanos”. Desde luego hay bandas increíbles como Molotov, que llena en Europa, o bandas enormes como Maná, pero casi no hay. Probablemente hay algunas en inglés, pero muy pocas.

Has dicho que hay otro idioma universal que es el ritmo, y es justo lo que siento que representa la banda: hablarle a audiencias en todo el mundo en ese mismo idioma.

La verdad sí, y la gente cuando quiere algo bueno, quiere divertirse o disfrutar, en verdad, si la canción es en hebreo, español o francés, les vale un cacahuate. Cuando se tiene sazón real, eso pasa.

Cortesía.

¿Piensan también mucho en el show en vivo cuando componen? Por ejemplo, la energía con la que empieza ‘Energy’ se siente hecha para eso.

A veces sí, a veces no. Pero a la hora de armar el set, sí lo pensamos así. Intentamos modificar ciertas versiones, hacer versiones extendidas o nuevas de las canciones. Y hay muchas que sí nacen con esa idea, de decir “güey, algo en 140, algo en 130, 150”. El 110-120 es un BPM de relajación y disfrute, pero el 140 y el 90 son para levantar bien cabrón. Curiosamente, incluso los BPMs más bajos también levantan. Este disco, creo que la mitad está en 140, otras en 85 y el resto en 110. Normalmente el house y el funk están por ahí.

¿Qué tanto cambian las canciones o los arreglos en vivo? ¿Improvisan o le meten cosas nuevas para mantenerlo fresco?

En teoría ya está todo bien definido. Hay ciertas partes donde sí se improvisa, normalmente un instrumento por parte, a veces dos. Pero tenemos un show bien armado, con quiebres que ya tenemos ensayados. Aun así, tenemos esa flexibilidad de decir: “oye, hay que aventarnos la versión anterior” y lo hacemos. Obviamente, eso lo coordinamos con video e iluminación, pero sí se puede.

¿Sienten presión por tener a más gente al tanto de lo que hacen? ¿La sentiste creando el disco ahora que viene la gira?

No lo veo como una presión, lo veo como una oportunidad. Si está la gira, vamos a hacer lo posible porque llegue a más gente y que puedan conocernos ahora que estamos vigentes. Vamos a seguir creando música y ojalá otra canción pronto se vuelva muy vigente y nos escuche más gente nueva. Pero no lo veo como presión. Es una oportunidad, y estamos acá. La mayoría de los shows van muy bien. Aún falta agosto, septiembre y octubre, pero creo que van repuntando los que no, y los que ya están sold out, pues qué chido.

¿En qué se han estado enfocando en estos últimos días?

Ahorita estamos haciendo música. Hacemos videos, subimos cosas, sin importar si después las vamos a lanzar o no. La gira empieza en Europa, vamos a 11 ciudades por allá, algunas de las principales. Regresamos a Lollapalooza Chicago y a varios festivales que nos dieron chance de tocar, como en París, Berlín, un festival bien chido en Noruega. Luego regresamos a Estados Unidos para más festivales: Outside Lands en San Francisco, Austin City Limits en octubre, Across en San Diego. Se dieron muy bien las cosas. Alrededor de eso vamos a estar girando y tocando en ciudades importantes como Denver y Miami. En septiembre se abrió un espacio para ir a Argentina, Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, donde nunca hemos estado. Van muy bien las fechas. La verdad nos sorprendió Colombia: es un teatro de unas 800 personas y ya va casi la mitad vendido, entonces estamos emocionados porque la banda allá se prendió muy chido.

Get started

If you want to get a free consultation without any obligations, fill in the form below and we'll get in touch with you.