La guitarrista con sangre argentina que toca con Iggy Pop: “Tengo planeado algo especial para el show en Buenos Aires”

La historia de la guitarrista Ale Campos parece salida de un cuento de hadas. Pero de uno con hadas rockeras. Nacida hace poco más de tres décadas en Miami, es hija de un argentino y una cubana. Desde hace más de 10 años, lidera su propia banda de indie rock en la que canta en inglés, pero que se llama Las Nubes (su último disco, editado en 2024, se titula Tormentas Malsanas). Y desde hace un tiempo se ocupa de la segunda guitarra en el grupo que acompaña por todo el mundo a una verdadera estrella, Iggy Pop

Ale Campos, en plena gira con Iggy Pop. (Foto: Ella Germein)

Todo comenzó hace unos cuantos años en Sweat Records, una pequeña tienda de discos donde trabajaba Ale, ubicada en Little Haití, un barrio de su ciudad natal. Cada año, la tienda celebra el Record Store Day, un evento mundial en el que las disquerías independientes hacen lanzamientos y promociones especiales, con shows en vivo en la puerta del local. En una de esas fechas, Ale estaba tocando con su banda de entonces cuando llegó Iggy Pop a bordo de su Rolls-Royce. Una vez terminado el show, la guitarrista recibió un mensaje de la dueña del local en el que le pedía que entre ya mismo, que Iggy la quería conocer.  

No lo podía creer. A partir de ese día, cada vez que Iggy volvía a la tienda se acordaba de mi nombre y me preguntaba cómo estaba con la banda. Por eso, cuando empecé con mi otro proyecto, Las Nubes, decidí mandarle algunas canciones para ver si las podía pasar en su programa de la BBC6, ¡y lo hizo!”, recuerda Ale en diálogo con Rolling Stone Argentina. Y cuenta que el fundador de los Stooges incluso colaboró con la recaudación de fondos para la compra de un nuevo aire acondicionado para el local, un ítem de primera necesidad en aquellas latitudes. 

Pero a esta historia todavía le faltaban varios capítulos. En 2019, Iggy Pop tenía que dar un show breve en Miami, en un evento organizado por la marca Gucci, con la que trabajaba seguido en esos años. Como el set iba a constar de apenas un par de canciones, no tenía demasiado sentido convocar a los músicos que lo acompañaban en aquel entonces. Es por eso que llamaron a Ale. “Por una noche, Las Nubes fuimos The Stooges”, dice la guitarrista con una sonrisa que ocupa toda la pantalla. 

El día que Las Nubes fueron The Stooges. (Foto: Archivo Rolling Stone)

Esa fue la primera vez que compartió escenario con la leyenda y, aunque fue breve, sirvió para llevar un poco de agua al molino de su banda. La foto del cruce llamó la atención de los oyentes y también de la prensa, tanto local como internacional. De hecho, esta no es la primera vez que Ale habla con Rolling Stone Argentina. Desde aquel contacto en 2021, en el que la guitarrista habló de sus proyectos, de sus padres, de su vínculo con Argentina y de lo loco que fue haber tocado un par de temas con Iggy Pop, hasta hoy, la historia sumó nuevas temporadas, personajes e incluso roles.   

La nueva videollamada con esta revista se da en uno de los pocos días libres que tiene Ale antes de volver a subirse a un avión. Esa es su vida ahora. Y todavía no puede creerlo. Empezó el año en Japón, y viene de dos meses de gira por Europa (Inglaterra, Escocia, Irlanda, Austria, España, Alemania, Francia y un largo etcétera), de dar algunos shows en diferentes puntos de Estados Unidos que habían quedado pendientes de visitar, y ahora está a punto de cruzar nuevamente el atlántico para otra serie de conciertos. Se la nota exhausta, pero feliz. Habla un castellano con acento de Miami muy fácil de entender y, de vez en cuando, suelta alguna palabra en inglés. “Acá hablamos todo el día así, en spanglish”, dice. 

Su inclusión como miembro estable de la banda de Iggy Pop se fue dando de a poco. El siguiente capítulo ocurrió en septiembre de 2023, cuando recibió un llamado inesperado. Ale lo acuerda muy bien. Eran las 9 de mañana de un viernes, recién se levantaba, y el teléfono no paraba de sonar. Del otro lado, el mánager de Iggy, con el que no hablaba hacía meses. Se lo escuchaba muy preocupado. La guitarrista que tocaba con la Iguana en ese momento se había fracturado un dedo y en pocos días tenían dos shows en Canadá. Había que volar ese mismo lunes. No había tiempo. “Me preguntó: ‘¿Vos creés que te podrías aprender 16 canciones?’. Era un set de una hora y media. Le dije que sí, sin pensarlo. Cuando corté, pensé: ‘Fuck… ¿¡Qué acabo de hacer?!’”.

Después de llamar a su familia, a su pareja y a sus amigos para celebrar la noticia, Ale se pasó todo el fin de semana sentada con su guitarra y la computadora, aprendiendo todo el reportorio. Voló a Canadá el lunes y siguió practicando sola en el cuarto del hotel. Luego, en el ensayo previo al primero de los dos shows, recibió la bendición del abuelo del punk. “Iggy se acercó y me dijo: ‘Hey, Ale, muchísimas gracias por hacer esto. Gracias por salvar estos shows, significa mucho para mí. No te preocupes si se te olvida algo, está todo bien. Solo para en donde estés y entra cuando te sientas cómoda. Pero no te tienes que preocupar por nada, me estás haciendo un gran favor’”.

Iggy al centro y Ale a su izquierda. (Foto: José Ignacio Gómez Kurth)

La siguiente convocatoria llegó en octubre de ese mismo año. Otro llamado inesperado, otra vez el mánager de Iggy Pop. Esta vez, había que tocar en un festival en, oh, casualidad, Miami. Y con toda la banda renovada (la que todavía acompaña a Iggy en la actualidad). Ale, por supuesto, volvió a aceptar. Y como no podía ser de otra manera, fue uno de los shows más especiales de su vida. 

“Pudieron ir a verme mis papás, mi pareja, mis amigos. Cuando salí al escenario y vi a mis papás ahí enfrente con todos mis amigos, sentí una emoción tan grande que no podía mirarlos demasiado porque me daban ganas de llorar. ¡No me podía poner a llorar ahí en el escenario adelante de todos! Así que, para poder seguir tocando, tuve que dejar de mirarlos. ¡Miraba para cualquier lado! Fue un show muy lindo. Y a partir de ahí no dejaron de llamarme para tocar”.

La guitarrista que Ale reemplazó por algunas fechas finalmente decidió continuar con su propio proyecto musical, lo que le abrió el lugar para formar parte estable de la banda. Con el correr de los shows y de los viajes, se hizo amiga de los otros músicos y de la crew de Iggy. “Son todos muy buena onda y los quiero mucho”, repite varias veces. La camaradería del equipo se puede ver con facilidad en las fotos que compartió Ale en Instagram durante el tour europeo, que le hizo conocer y tocar en lugares que jamás se hubiese imaginado. 

Sin embargo, de todas las ciudades que aparecen en el itinerario de la extensa gira mundial, hay una que la entusiasma por demás: Buenos Aires. La tierra de su familia paterna, de algunas de sus bandas favoritas (Él Mató a un Policía Motorizado, Juana Molina, Las Ligas Menores, enumeraba en aquella primera entrevista, y contaba que se crio escuchando a Leonardo Favio y Mercedes Sosa) y del club de fútbol que es hincha, Boca Juniors (incluso hizo una remera azul y oro de Las Nubes). 

¿Cuándo te enteraste de que venían a tocar a Buenos Aires?

El año pasado tocamos en México, en el Corona Capital, que es un festival enorme. Después del show, regresamos al hotel y estábamos todos sentados en el bar, hablando. El manager estaba ahí y le dije: “¿Has pensado en ir a Buenos Aires?”. Y él me dijo: “Sí, me han venido muchas ofertas”. Y yo le dije: “¿Y lo vamos a hacer?”. Y dijo: “Vamos a ver”. Yo se lo estaba vendiendo, le decía: “¿Sabes la cantidad de gente que le encanta a Iggy allá? No sabes la cantidad de gente que deja comments en YouTube, la cantidad de gente que me manda mensajes desde Buenos Aires diciéndome que vayamos a Argentina. Lo quieren ahí, va a ser un show enorme. Si vamos a Buenos Aires, va a ser un showsazo, te lo juro”. Y él decía: “Sí, sí, vamos a ver qué pasa”. Pero yo le seguía preguntando. “¿Y Buenos Aires? ¿Vamos a hacer Buenos Aires?”. Y sucedió. Él ni siquiera me dijo nada, me enteré porque lo vi en el schedule del tour y empecé a gritar: “Yes! ¡Qué bueno! ¡Qué bien!” Me emocioné mucho. 

¿Cuándo viniste por última vez? 

Cuando tenía 17 años, ahora tengo 34. Tengo mucha familia allá y realmente estoy muy emocionada de verlos. Voy a tener que cerrar los ojos, no voy a aguantar nada, ¡voy a estar llorando todo el show! Va a ser la primera vez que toque allá. Con mis bandas quise ir, pero es imposible, es muy caro. Tengo planeado algo especial para el show. Estoy pensando, inventando algunas cosas que quiero hacer cuando termine. Quiero decirle a Argentina que los quiero a todos y que amo ser argentina. Es un orgullo muy grande. 

De toda la gira con Iggy Pop, ¿qué momento fue el más impactante?

Hubo un momento que me quedó grabado en un festival que tocamos en Bélgica, Rock Werchter. Cuando llegamos a la mañana para hacer la prueba de sonido entramos al escenario y vimos que era como una carpa, pero bien grande, obviamente. Me acuerdo de que pensé “qué raro que nos pusieron aquí adentro”. Me imaginé que íbamos a estar en el escenario más grande… whatever. Después me contaron que el escenario ese donde íbamos a tocar no era el más grande, pero era el que el promotor ponía a todas sus bandas favoritas. Eso me gustó. 

Cuando salimos a tocar, me di cuenta de que habían levantado las paredes de la carpa. Eran miles y miles de personas. No podía ver nada dónde terminaba, solo cabecitas y luces, allá a lo lejos, que aparentemente era unos screens grandes para que la gente que estaba más atrás. Ahí pensé: “Fuck, qué loco”. Hasta ese momento no me había puesto nerviosa antes de ningún show, pero en ese momento dijo: “Fuck, estoy un poco nerviosa”. Había más de 40 miles personas. Era un delirio.

Lo más impactante fue cuando tocamos “Passenger”. Iggy siempre se pone en el frente del escenario, con el micrófono en los pantalones, y mueve los brazos de un lado a otro para que la gente empiece a hacerlo. En los shows que hemos hecho, la mayoría de la gente lo sigue, pero no todos. En este, todas las personas, las 40.000 que estaban ahí, se pusieron a mover los brazos de un lado a otro, todos al mismo tiempo, con synchronicity. Se me están parando los pelos solo hablando de ese momento porque ver eso desde ahí arriba es como… wow. Recuerdo que lo miré a Charles Moothart, el otro guitarrista, y nos miramos como diciendo “What the fuck?! ¿¡Qué está pasando?!”. Se me humedecieron los ojos y vi que a él también. 

Iggy Pop se presenta el 12 de septiembre en el Movistar Arena de Buenos Aires (tickets).

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