Burlarse del sistema económico y enriquecerse al mismo tiempo, pero además: encontrar una fisura que permita hacerlo causando el mínimo daño posible a nivel humano. La atractiva fantasía que plantea La casa de papel en sus inicios, que fue tejiendo los hilos de un malestar colectivo con los de la codicia individual de cada uno de sus personajes, fue a su vez mostrando vínculos cada vez más complejos al interior del grupo. Hoy, la serie española que se convirtió en la producción más vista de Netflix , presenta su cuarta temporada en un contexto muy particular. “Nos hubiera gustado que fuera en otro escenario”, asegura Jaime Lorente a ROLLING STONE , acerca de la cuarentena obligatoria decretada en casi todo el mundo para prevenir el avance del coronavirus . “Pero nos gusta pensar que podrá ser una buena compañía y aliviar el encierro”.
Las primeras dos temporadas de La casa de papel giraron alrededor de un robo orquestado por Sergio Marquina ( El Profesor ) a la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre y ejecutado por ocho asaltantes. Durante 11 días el grupo mantuvo 67 rehenes para imprimir 2.400 millones de euros y, cuando las complicaciones con la policía no parecen suficientes, la trama se vuelca a los vínculos del grupo y a sus historias personales. Denver , el personaje que encarna Lorente, y que participa del robo junto a su padre ( Moscú , interpretado por Paco Tous ), descubre un secreto familiar que desata conflictos para todo el grupo.

Un aspecto que Lorente -igual que el resto del elenco- no deja de encontrar fascinante a pesar del paso del tiempo es el fenómeno por el cual la iconografía de La casa de papel fue adoptada en manifestaciones políticas y sociales. Para el español, si las máscaras de Dalí y los mamelucos fueron vistos alrededor de todo el mundo, es, por un lado, por el alcance y el impacto de la serie, pero también por cierto “espíritu revolucionario” que sobrevuela a la historia desde sus inicios. “Creo que los personajes logran conectar con un sentimiento de descontento y todos hemos aprendido algo de ellos, porque son personajes valientes, que viven el presente”, explica Lorente. “Que si fuesen personas arriesgadas o estancadas en el pasado serían incapaces de hacer todo lo que hacen. Es una lección que es súper importante de aprender, ser capaces de estar presente y disponibles”.
Agregar comentario