Foyone libera su oscuridad en Manolito
La oscuridad, en ocasiones, nos toma por sorpresa. Estos periodos se convierten en puntos de inflexión en nuestras vidas, momentos en los que surgen preguntas que nos persiguen y que, quizá, preferiríamos evitar. Aunque la reflexión esté presente —y no necesariamente sea algo negativo—, en esta etapa de penumbra la mirada se nubla y el camino que hasta hace poco creíamos correcto comienza a desdibujarse. De pronto, todo se vuelve incierto. Pero, ¿cómo apreciar la felicidad sin un poco de tristeza? Pues esta pregunta tan juiciosa se presenta de manera intangible en la más reciente producción de Foyone: Manolito.
El material es un retrato musical sobre la soledad, la autopercepción y las dudas que lo han acompañado desde hace algún tiempo. En este álbum, Foyone se permite liberar la oscuridad que lo ha acechado, y que le ha dado la oportunidad de explorar la frontera creativa entre la creatividad y la lucidez a lo largo de 14 canciones que transitan entre la introspección y la oscuridad mental. Este álbum va más allá de lo reflexivo y conceptual, se trata de un artista que deja salir su alter ego desde una perspectiva honesta y dura, al atravesar un momento oscuro, no solo en su vida artística, sino también en lo personal.
En entrevista exclusiva con ROLLING STONE en Español, Foyone nos comparte detalles inéditos sobre Manolito, desde su perspectiva conceptual hasta el arraigo lírico que este material significa en su carrera. Lee a continuación la entrevista completa:
Hablemos sobre Manolito y el concepto que abordaste para el material. Para ti, ¿qué es la oscuridad mental?
Para mí, la oscuridad mental es un territorio en el que la luz de las personas cae alrededor tuyo y se pierde. Te aislas del mundo social que compartimos todo para entrar en una cueva personal, donde se encuentran tus sombras. Creo que es esa pérdida de la sociedad donde ya estás solo en tu mundo, con tus reglas y en la que no puedes permanecer mucho, porque cada vez te vas aislando más. De ahí nace Manolito.
El material también nos narra la autopercepción y las dudas que te acompañan, ¿cuál es tu mayor duda?
Te diría que sería pertenecer a la sociedad, hasta qué punto me siento cómodo ahí. Es encontrar un equilibrio en el que pueda ser yo mismo, sin tener que sacrificarme mucho. Esa es mi mayor duda: saber si puedo ser yo mismo al rodearme de los demás. Creo que va relacionado con la felicidad; si es que puedo ser feliz, ser yo mismo con los que me rodean, o con los problemas que tengo, acechando las reglas que tengo que seguir.
Manolito pinta una línea entre la realidad y la distorsión, ¿dirías que seguido pierdes la lucidez de la realidad en la que vives?
Sí, yo pienso que vivo en medio de eso. Al final, si pensamos qué es la realidad, no deja de ser lo que la mayoría de personas afirman o aceptan que es, lo que tú o quien sea acepta que es la realidad, y eso termina siendo la realidad y verdad de donde viven. Pienso que como ser humano nos han hecho creer que ciertas cosas son como son, y lo hemos aceptado o hemos caído en ese hecho, pero con ello no dejamos de pensar que las cosas podrían ser de otra forma, que es esa línea a la que podríamos llamar una realidad alternativa. Cada persona, al final, tiene la responsabilidad de crear su realidad, a la vez que la avanza, eso es mucho más que aceptar la realidad que te imponen. Creo que todos vivimos en esa realidad.
Me interesa el diálogo que entablas con tu alter ego en el álbum. ¿Quién es ese alter ego? ¿Cuáles son los pensamientos recurrentes de tu alter ego?
Mi alter ego soy yo mismo, pero viéndome desde fuera y analizándome. Veo mis comportamientos y mi forma de pensar. Creo que eso es mi alter ego, no deja de ser una recapacitación de quién soy, del por qué hago lo que hago. Creo que es mi mayor alter ego al expresar mis miedos y decirlos en voz alta para darme fuerza. Cuando nos vemos desde fuera para salir de esa burbuja, es cuando te das cuenta cómo puedes mejorar como persona para ver en qué estás fallando. Cambias para mejor, no le tienes miedo al cambio y ni a dejar de ser quien eres porque cada día eres una persona diferente. Se nos da la posibilidad de aprender algo para que seamos mejores personas, y no vamos a dejar de tomarlo para dejar de ser lo que algún día fuimos. Hay que ser valientes.
La figura del amigo imaginario se escucha mucho pero no se habla del todo, y tú lo revives demasiado en el álbum. ¿Qué peso tiene en el material?
No tuve ningún amigo imaginario en mi niñez [risas]. En el álbum sí que he tenido algunos de los momentos más oscuros de mi vida. A lo mejor no como algo tan infantil como un amigo imaginario, pero sí que todos necesitamos a algún ente que nos dé compañía, alguna imagen que nos de fe o esperanza, que nos alivie un poco la soledad. En ese aspecto, sí que he tenido como mis imágenes a las que recurro para llegar a eso. Creo que es algo como si fuese medicinal el hecho de poder basarte en eso para poder coger fuerza. En muchos casos puede ser la música, porque no deja de ser una amiga imaginaria. El hecho de ponerte una canción de alguien que ni te conoces, pero sí que te puede dar esa fuerza o esperanza que necesitas en un momento, y de alguna forma es tu amiga imaginaria. Puede que haya músicos o artistas que ni te conocen, pero creo que es la magia de la música.
¿Cuál fue tu necesidad principal de abarcar todos estos conceptos y sentimientos en Manolito? ¿En qué momento creíste que era necesario realizar un álbum así de conceptual?
La verdad es que este álbum nace desde lo más espontáneo y de las ganas de hacer música. No nos paramos mucho a pensar qué dirección era la que estábamos tomando. Creo que parte de eso no deja de ser parte del concepto del álbum, y se puede ver en las canciones con diferentes estilos y temáticas. Pero sí tienen un hilo conductor que tal vez por eso haya un poco de locura y reflexión de quiénes somos y a dónde vamos. Creo que esto es parte del hilo conductor del disco.
Háblame de la lírica del álbum. ¿Qué tanta catarsis hubo de por medio?
No había nada de intención. También viene del álbum anterior que fue mucho más meticuloso y guiado. En este álbum me apetecía jugar a lo contrario, a ser más impulsivo. Nace de esto. Pero la catarsis siempre está. Al final, no dejamos de ser personas que vivimos y tenemos problemas, hay cosas que nos afectan para bien o para mal, lo que se termina reflejando en la música. Igual si me pillan en una época más alegre, pues habrá música más alegre, lo mismo con la oscuridad. Con la época que hice esto, pues tuve mi temporada de oscuridad, en la que me metí en la cueva. Me mostré vulnerable, pero creo que hay de todo.
Siento que es un álbum que explora diferentes sentimientos y conceptos muy tabúes, y tal vez, cuando los hablas de más, como que te “mal tripean” y al final no llegas a ningún punto. ¿Crees que llegaste a una resolución de tu ideología con este álbum?
No. Son temas, en los que la sociedad en la que vivimos, no tienen cavidad. Son temáticas a las que muchas veces no se les presta atención. Pienso que no he llegado a ningún punto, pero tampoco creo que se pueda llegar a alguno, más que a un desahogo momentáneo, que eso son las canciones. Expreso cómo me siento y espero que alguien lo escuche, pero sin pretender que esa persona me entienda, porque muchas veces ni nosotros mismos sabemos verbalizar o expresar. Siento como un vacío que puedes tener en tu interior, esa oscuridad que de alguna manera también penetra la luz al expresarlo. Esto aliviana un poco el peso. Expresar es un buen ejercicio, ya sea para bien o para mal. De alguna manera, me vacié. Aún cuando muchos nos sentimos igual.
Es como un acompañamiento para todas esas personas.
Totalmente.













