Entrevista con Refused, la banda que llega a Buenos Aires aunque ya anunció su separación

En 1998, las cosas entre los integrantes de Refused estaban muy mal. El grupo hardcore sueco acababa de publicar su disco más complejo, The Shape of Punk to Come. Tenían una gira mundial por delante, pero se separaron tras algunos conciertos en Estados Unidos. Dennis Lyxzén, su cantante (que había sido antes de Refused un miembro activo de la escena straight edge sueca, rama del hardcore que le dice no al consumo de drogas) continuó entonces su camino al frente de The (International) Noise Conspiracy, un combo de punk retro que rozó la fama. Y en los últimos años fue vocalista de Fake Names, un supergrupo conformado por integrantes de Minor Threat, Embrace y Soulside, todas bandas hardcore de Washington DC.

Pero hacia 2014 Refused se volvió a juntar y retomó su carrera con un interés mucho más enfático que cuando se separó por primera vez. Hasta que unas semanas atrás, nuevamente cansados por las expectativas sobre el grupo, anunciaron su (nueva) separación. Por estos días, comparten su anunciada gira de despedida, una especie de funeral en vida. Sin embargo, los músicos aclararon que formarán una nueva banda con otro nombre. Su amistad sigue intacta, solo quieren cambiar el foco y hacerlo por diversión, por amor a la música.

Sobre todo esto, Rolling Stone habló con Dennis Lyxzén antes de su show en Buenos Aires, el sábado 1 de noviembre, en Groove, de Palermo.

Como el título de una de sus canciones, “Refused are Fuckin’ Dead”, o casi. ¿Sentís alivio ante la decisión de terminar con la banda después de esta gira?
Sí, es decir, es algo raro terminar una banda y salir de gira, y de algún modo celebrarlo. Pero se siente como que fue la decisión correcta. El año de gira ha sido excelente porque sentimos que nos sacamos la presión de encima. Se siente bien.

¿Y qué podés contar de la nueva banda que están armando?
La verdad, no lo sé todavía. Bueno, sí sé que va a ser música violenta, agresiva, probablemente un poco más experimental y libre que Refused. Pero no sé, ya veremos. La forma en que tocamos juntos y cómo interactuamos es muy emocionante, así que sentimos que queremos tomar eso y hacer algo que no sea Refused, pero que tenga un ADN similar, creo.

¿Ya están ensayando o pensando ideas para este nuevo proyecto, o solo se concentran en esta gira de Refused?
Ahora mismo nos concentramos en la gira de Refused, porque hemos estado viajando todo el año. Pero sí, hay algunas ideas, algunos pensamientos sobre lo que queremos hacer. Lo más importante es que cuando Refused termine, en diciembre, nos vamos a reunir en la sala de ensayo y veremos qué surge. Así que va a ser algo en continuo, de Refused a este nuevo proyecto. Probablemente después de diciembre queramos tomarnos un par de meses de descanso. No creo que estemos en la sala de ensayo en enero, pero en verano nos reuniremos o algo así, veremos.

Quiero hacerte un par de preguntas sobre The Shape of Punk to Come. El álbum tiene un par de temas con elementos electrónicos. ¿Cuáles fueron las influencias detrás de eso? No muchas bandas hardcore hacían eso en los noventa. Puedo pensar en Milemarker, Brainiac o The VSS, pero no muchas más. ¿De dónde vino eso?
Algunos miembros de Refused eran fanáticos de bandas como Prodigy y ese tipo de dance, techno, drum and bass de los noventa. Así que básicamente de ahí vino. Por ejemplo, la intro de “New Noise” queríamos que sonara como Prodigy o algo así, viene de esa onda. Cuando hicimos The Shape, queríamos romper un poco lo que era el hardcore. Antes de The Shape, escuchábamos todo tipo de música, pero Refused era muy hardcore. Para The Shape, dejamos que las otras influencias se filtraran en la música. Chris, David y John estaban muy metidos en la música electrónica, el jazz y todo eso. Por eso se refleja en el disco.

El título del disco es claramente un guiño al disco de Ornette Coleman The Shape of Jazz to Come pero también evoca una estética más de izquierda. ¿Cómo surgió ese concepto? Asumo que tal vez las bandas de Ian Svenonius tuvieron algo que ver en esto.
Aunque me gusta Ian Svenonius, Nation of Ulysses y The Make Up y su estética, honestamente creo que Chris y David nunca escucharon esas bandas. Sí es una referencia a Ornette Coleman y The Shape of Jazz to Come. Hay algunas cosas del disco influenciadas por Nation of Ulysses, pero el título viene del jazz. Incluso llevamos un póster de jazz al estudio para tener esa vibra. Pero me gusta Ian Svenonius, creo que es un personaje interesante.

Hablando de la escena de DC, también tocás en Fake Names, un súper grupo formado por miembros de bandas legendarias de ahí: Embrace, Minor Threat, Dag Nasty, Soulside ¿Cómo terminaste en una banda con ellos?
Me pregunto lo mismo cada vez que los veo. Conocí a Johnny Temple (de Girls Against Boys y Soulside). Mi otra banda, Invasion, tocó con Girls Against Boys en Europa hace años, y él fue muy amable. Después Refused tocó en el Riot Fest y me reencontré a Johnny de nuevo. Ellos ya tenían el proyecto Fake Names y no podían encontrar cantante. Johnny me sugirió por mensaje de texto a los otros integrantes, y Brian Baker al día siguiente me preguntó si quería sumarme. Dije que sí, lo que sea, estoy adentro. Y así fue.

Cuando pienso en punk en Suecia, pienso en bandas como Mob 47 y Anti Cimex. ¿Cómo llegó el straight edge a Suecia?
Cuando empecé, Mob 47 y Anti Cimex ya existían; son de algunos años antes a que yo entrara al punk. Son bandas suecas muy rápidas, aparecieron en los compilados Really Fast. Descubrí muchos de esos grupos un tiempo después porque llegué al punk a través del crossover con bandas como DRI, Crumbsuckers, Agnostic Front y ese tipo de hardcore. Después llegué a Minor Threat, Bad Brains y Black Flag y todo eso. No fue hasta unos años después que descubrí todo ese hardcore súper violento de Suecia. Yo vivía muy al norte, en una zona aislada y toda esa música no llegaba. Cuando conocí el straight edge, era el único [en mi zona]. Un amigo me pasó Youth of Today, no sabía que eran straight edge, pensaba que eran skinheads violentos, y le gustó por eso. Hasta que los vio en vivo en Suecia en 1988, y me llamó. A la mierda con Youth of Today, son straight edge. Yo no sabía lo que eso significaba hasta que leí las letras y me pareció genial, y me hice straight edge. Él me regaló sus discos porque ya le parecían una mierda.

¿Cómo logró una banda sueca de los 90 llegar a Estados Unidos?
Tuvimos suerte. En los noventa la escena hardcore no era grande, era realidad era bastante pequeña. Pero nuestros discos gustaron. La primera gira europea fue con 108, luego con Snapcase y ellos nos dijeron que fuéramos a EE. UU., en 1996. Y los de Victory Records nos dijeron que iban a sacar nuestro disco si íbamos. Fue una suerte estar en este pequeño mundo del hardcore y punk donde la gente se ayuda mutuamente. Es más común para bandas estadounidenses ir a Europa que al revés, pero la amistad con Snapcase nos ayudó.

Refused se separó por primera vez justo después de publicar The Shape of Punk to Come. Si bien fue un gesto artístico genuino quizás no fue muy inteligente comercialmente ¿Cómo tomaron esa decisión?
El disco salió en Europa en febrero de 1998. Empezamos a girar con el disco y no la estábamos pasando muy bien ni llevándonos muy bien. Para ser honesto, a la gente no le gustó, la escena hardcore creía que éramos unos idiotas pretenciosos, y la realidad es que lo éramos. Cuando fuimos a EE. UU. en septiembre íbamos a hacer una gira, seguida de una por Australia y una por Suecia. Después nos tomaríamos un tiempo porque no nos llevábamos muy bien. Una vez en Estados Unidos John, el guitarrista, estaba muy mal y quería volver a casa. Tocamos tres shows, tuvimos una reunión y se decidió volve a casa. Yo no quería irme a casa, quería girar. Dije que si nos íbamos ahora, la banda terminaba. Todos estuvieron de acuerdo. Tocamos cinco shows más para poder pagar el vuelo, porque no podíamos pagarlo desde Atlanta, y tuvimos que esperar a estar en DC para poder volver. Ahora me rio pero en el momento fue horrible.

Y encima tuvieron que hacer esos conciertos que quedaban.
Curiosamente fueron mejores, la presión se fue. Los primeros tres shows fueron muy malos, pero después fue más fácil tocar, porque ya no importaba. Fue muy difícil aceptar que la banda terminaba, Yo quería girar por Estados Unidos, era un sueño que parecía genial. Pero un día fue como: “Bueno, en vez de eso me vuelvo a casa”, la banda se terminó. pero ahora la sensación es distinta: nos llevamos bien, amamos tocar juntos y la pasamos genial.

Asumo que tenés una sensación similar ahora, que queda la gira ya sabiendo que la banda se termina.

Sí, o sea, la sensación ahora es distinta porque cuando nos separamos en el 98 no nos llevábamos bien y estábamos agotados de girar. Ahora la pasamos increíble, nos queremos, la pasamos bien, y estamos teniendo un gran momento. Como que simplemente es un placer estar de gira. Creo que un poco se debe a que sabemos que es la última. Y el público está realmente feliz de vernos por última vez.
Así que todas las emociones ahora mismo son solo positivas. Es como… simplemente se siente genial. Quiero decir, estoy seguro de que en diciembre, cuando demos el último show, estoy seguro de que será bastante emotivo, pero también será, como dijiste, un alivio, y va a ser un final feliz en lugar de un final muy triste.

¿Dónde será el último recital?
En Umeå, en nuestra ciudad natal, por supuesto.

Publicaste discos en varios sellos, desde Epitaph, uno de las disqueras más conocidas del punk y que llevó al género a MTV, hasta G7 Welcoming Commitee, uno de los primeros net labels ¿Cómo elegís qué sello va a funcionar para vos?
Bueno, depende del tiempo y del lugar. Es interesante porque, como dijiste, he sacado muchos discos en muchos sellos diferentes. He trabajado con muchos sellos y debo decir que con Epitaph lo hago desde 1998. Muchos de ellos siguen siendo las mismas personas. Siempre pagan. Siempre recibís tu dinero dos veces al año. He trabajado con algunos sellos grandes donde nadie en la discográfica ahora sabría que estuve en su catálogo, y trabajé con algunos indies súper pequeños y nunca me pagaron. Es… una jungla. A veces no es una elección. A veces hay un sello que quiere trabajar con vos y simplemente trabajás con ellos. Y otras veces, hemos tenido suerte. Tanto Refused como The International Noise Conspiracy sacamos discos en sellos geniales simplemente porque la gente estaba interesada en nuestra banda. Así que es difícil encontrar sellos en los que puedas confiar completamente, incluso en el mundo indie. Pero honestamente, Epitaph es uno de esos sellos en los que confío. Confío en su criterio, en sus tácticas de negocio. Y no me molesta que mi música esté en MTV o que se difunda al mayor número de personas posible.

En la escena punk siempre estuvo el debate de que si ganas dinero con tu música sos un vendido. ¿Cuándo dijiste: “Hey, puedo vivir de esto”?
Nunca fue realmente lucrativo, pero diría que cuando empezamos Noise Conspiracy en 1998 o 99, fue la primera vez que realmente pensé: “Quiero vivir de la música. Quiero tocar música a tiempo completo y no hacer otra cosa”. En los 90 tocábamos a tiempo completo, pero también manipulábamos el sistema bastante para poder hacerlo. Fingías estar desempleado, recibías subsidios de desempleo para poder salir de gira y cosas así. Pero en 1999 o quizás 2000, dije: “No me importa si no gano mucho dinero, solo quiero tocar música, quiero hacer de esto mi trabajo y mi forma de vida”. Entonces empecé a trabajar muy duro para que eso pasara. Tocábamos todo el tiempo, así que ganábamos dinero. Podías pagar el alquiler, básicamente, porque estabas de gira todo el tiempo. Cuando no estabas de gira, hacía de DJ, algún proyecto paralelo, ayudabas a alguien y ganabas un poco de dinero extra, y así llegabas a fin de mes. Así viví los últimos 25 años: haciendo de todo, tocando y teniendo distintos proyectos, hasta conseguir suficiente para sobrevivir. De vez en cuando, como con Refused, ganaba un poco más de dinero y podía hacer otros proyectos que no generaban ingresos.

Hace años unos años tuviste un ataque al corazón. ¿Cómo impacto en tu visión de la vida y en tu relación con las presentaciones en vivo? Tus shows son de mucha exigencia física.
Fue hace un año y medio, y al principio no quería que me cambiara nada en absoluto. Pensaba: “Está bien, no es nada”. Pero es muy difícil superarlo, porque es un gran trauma. Casi muero. Podría haber muerto, lo cual es una locura. Y pensás en eso mucho. Definitivamente cambió mi enfoque, porque más que nunca quiero vivir. Más que nunca quiero tocar, crear, salir de gira y hacer cosas divertidas. Así que sí, me cambió en la forma de no dar nada por sentado.
Sobre la exigencia física con Refused, también es una de las razones por las que siento que es buen momento para separarnos. Me encanta cuánto esfuerzo hay que poner cuando tocamos, pero también sé, en el fondo, que solo puedo hacer esto quizás un par de años más. Me interesa encontrar un lenguaje diferente en el escenario, quizá bajar un poco el ritmo, porque cada año tienes que esforzarte más para tocar al nivel que quiero. Así que creo que también es positivo poder cambiar un poco tu lenguaje.

Sos un ávido coleccionista de discos. ¿Cuál es el más raro, valioso o caro que tenés?
Creo que el disco más caro que tengo quizá sea el 7” de Misfits “Bullet” de la primera edición. Es bastante caro. También SSD The Kids Will Have Their Say, todavía está sin abrir, en el plástico sellado. Esos son mis dos más caros. Mi LP más caro y mi 7” más caro es el de Misfits o quizá el primer 7” de Bad Brains.
El disco más raro que tengo es uno que grabamos para mi padre cuando cumplió 60 hace siete años. Mis dos hermanos y yo grabamos un disco con sus covers favoritos de los 60. Solo se lanzaron 20 copias, para la familia. Es quizá el disco más raro que tengo.

Por último ¿Qué encontrarán los fans argentinos en el setlist? ¿Ya lo tienen listo?
Sí y no. Tenemos una base, pero cada noche cambiamos entre tres y siete canciones, según lo que nos dan ganas de tocar. Normalmente sabemos con qué empezar y cuándo viene “New Noise”. Pero cambiamos canciones para mantenerlo fresco. En esta gira tocamos muchas canciones antiguas, de nuestro primer demo, nuestro primer EP, y también material de Shape y algunas nuevas. Los sets son largos, porque son los últimos shows. Tocaremos muchas canciones. Estoy súper emocionado. No tenemos el setlist final, pero va a ser salvaje.

Get started

If you want to get a free consultation without any obligations, fill in the form below and we'll get in touch with you.