El Congreso español rechaza la iniciativa popular para retirar estatus de la tauromaquia como patrimonio cultural
Este martes, una iniciativa legislativa popular (ILP) promovida por la ciudadanía fue rechazada por el Congreso de los Diputados. El objetivo del movimiento, que tras de arduos meses de trabajo de miles de voluntarios logró reunir poco más de medio millón de firmas, era poner fin al blindaje legal que goza la tauromaquia en el país, además de retirarle su estatus como parte del patrimonio cultural. No obstante, pese al evidente respaldo ciudadano, el Congreso no mostró interés ni voluntad alguna de tramitar la revocación de dicha protección cultural a las corridas de toros: 57 votos a favor y 169 en contra. La abstención del Partido Socialista (PSOE) y del diputado José Ábalos, del Grupo Mixto, resultó decisiva, con 118 votos en contra.
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La propuesta legislativa ciudadana, bajo el título No Es Mi Cultura, buscaba derogar la Ley 18/2013, aprobada durante el gobierno de Mariano Rajoy, la cual declara la tauromaquia como patrimonio cultural, con la esperanza de que los espectáculos taurinos dejaran de estar blindados frente a las prohibiciones solicitadas por las comunidades autónomas y se garantizará una mayor regulación. En 2013, con la entrada en vigor de dicha ley —que predominó sobre las decisiones locales—, se anularon avances previos como la normativa catalana de 2010 que prohibía las corridas de toros y la ley balear de 2018 que impedía la muerte del animal en la plaza.
Eduardo Parra (Europa Press)
La primera intervención durante la sesión del Congreso fue la del portavoz de Sumar Nahuel González, quien ha asegurado que la tauromaquia se “sostiene con dinero público”, desde comunidades autónomas dirigidas por el PP y Vox. Además, declaró que estos espectáculos “recortan en cultura, educación y vivienda, pero encuentran millones para mantener viva una práctica basada en la tortura”. Destacó que España es una “tierra de grandes artistas”, por lo que “nuestra identidad no necesita sangre para existir, no se mide en astas ni banderillas, sino en creatividad, solidaridad y belleza compartida”. Y concluyó que el núcleo del debate era decidir si posicionarse “en el lado de la empatía, el progreso y la cultura viva”.
“La cultura es la lengua, la música, las fiestas populares, la creatividad, la memoria colectiva”, continuó Etna Estrems de Esquerra Republicana. “La cultura no es ver cómo se desangra un animal dentro de una plaza, atrapado sin ninguna posibilidad de defensa, ni ver cómo un ser vivo se desangra delante de los aplausos”. Estrems declaró que la ILP es vital, ya que esta “abre la puerta a una cultura sin crueldad”.