Bolsonaro, condenado a 27 años por intento de plan golpista
A diferencia de otros países latinoamericanos, Brasil sube un escalón para adelante contra la impunidad. Por primera vez en su historia, la suprema corte condena a un expresidente (y a los militares) por un intento de plan golpista. Jair Bolsonaro, antiguo mandatario ultraderechista de Brasil, fue condenado a más de 27 años de prisión (24 en prisión y tres detenido) por complotar un golpe militar contra su rival, Luiz Inácio Lula da Silva. Esto fue considerado un intento de “aniquilar” la democracia del país sudamericano.
Cuatro de los cinco jueces en el Tribunal Supremo han declarado culpable al expresidente brasileño. Este martes, los magistrados Cármen Lúcia Antunes Rocha y Cristiano Zanin dictaminaron que Bolsonaro, ex-paracaidista elegido como presidente de la república en 2018, era culpable de intentar mantener el poder por la fuerza tras perder en las elecciones de 2022. Entre los otros delitos, acumulando cinco, se incluye el intento de abolir la democracia y dirigir una organización criminal.
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Europa Press
Pese a la fuerte presión del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien anteriormente había calificado el caso contra Bolsonaro una “caza de brujas”, sancionando al país con sus aranceles más altos hasta la fecha, la condena finalmente se llevó a cabo. Trump aseguró estar completamente sorprendido y muy descontento con la resolución del caso.
Por su parte, al anunciar la sentencia de Bolsonaro, el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes dijo: “[Intentó] aniquilar los pilares esenciales del Estado democrático de derecho… [cuya] mayor consecuencia… habría sido el regreso de la dictadura a Brasil”. Otro miembro de la justicia, calificó el intento golpista como una forma de “sembrar la semilla maligna de la antidemocracia” en Brasil, en celebración a la resistencia de las instituciones del país.

Eraldo Peres/AP
“La democracia brasileña no se ha visto amenazada”, continúo la magistrada Rocha ante un tribunal de la capital, alertando de un inminente gobierno autoritario. “En ninguna parte del mundo… existe una inmunidad total contra el virus del autoritarismo, que se infiltra de manera insidiosa y destila su veneno para contaminar las libertades y los derechos humanos”.
Fabiano Leitão, un trompetista que lleva años tocando su instrumento, siempre en crítica a Bolsonaro, no podía quedar atrás en este momento histórico del país sudamericano. Acudió al lugar y dejó sonar una bella interpretación de la Marcha fúnebre de Chopin, la cual simboliza el ocaso del expresidente brasileño. “¡Se acabó! ¡Se acabó este tipo!”, y luego agregó, “La extrema derecha es un mecanismo de destrucción de países. Lo destruye todo: la sanidad, la ciencia, la tecnología, la educación, la cultura. Lo destruye todo. Así que este es un momento histórico para este país. ¡Se ha hecho justicia, camaradas!”.

Ueslei Marcelino/The Guardian
Pese al encarcelamiento de Bolsonaro, varios expertos y políticos argumentan que el movimiento político del antiguo mandatario continuará próspero, puesto que en ciertos sectores de la sociedad, como la comunidad evangélica y zonas agrícolas del país, todavía es altamente apoyado. “Puede que sea el fin de Bolsonaro, pero no es el fin del bolsonarismo… El bolsonarismo seguirá vivo con o sin Bolsonaro”, declaró Thaís Oyama, una columnista del periódico O Globo y autora de un libro sobre el expresidente.