Billy Joel: And So It Goes, un retrato íntimo detrás de la leyenda
A lo largo de los años, Billy Joel ha sido catalogado como uno de los más grandes artistas de la música popular norteamericana. Con 121 canciones en su catálogo y más de 33 entradas en el top 40, su legado como uno de los compositores más exitosos de todos los tiempos es incuestionable. Sin embargo, la historia que Billy Joel: And So It Goes busca contar va más allá de la fama. La miniserie documental, dirigida por Susan Lacy y Jessica Levin, no solo ofrece un repaso de sus éxitos, sino una mirada profunda a las luchas internas de un hombre que, a pesar de haber conquistado al mundo con su música, ha enfrentado grandes batallas emocionales y personales.
En su enfoque, Lacy y Levin capturan la esencia misma del artista sin caer en los convencionalismos de la fama o la mitificación. Lejos de ser un simple homenaje, es una ventana a las emociones y las dificultades que el hombre detrás del icono ha tenido que atravesar a lo largo de su vida. A través de diez entrevistas con Joel, las directoras logran una deconstrucción meticulosa de la imagen pública de Joel, creando una narrativa personal, cruda y honesta.
Con una duración de cinco horas, no solo narra de manera exhaustiva la evolución musical de Billy Joel, sino que también desentraña las capas emocionales de un hombre que, a pesar de haber sido el centro de atención durante más de cuatro décadas, sigue siendo un enigma personal. La miniserie se adentra en los aspectos más íntimos de la vida del artista (como su depresión e intentos de suicidio), ofreciéndole a la audiencia una mirada más humana y vulnerable.
El enfoque se siente completamente fiel a la filosofía que el propio cantante expresó en su decisión de no publicar una autobiografía en 2011. Billy Joel afirmó que la mejor expresión de su vida había sido, y sigue siendo, su música. And So It Goes refleja esa postura al evitar el sensacionalismo o la trivialización de su vida personal, para enfocarse en lo que realmente importa: las canciones y la creatividad. En palabras de Jessica Levin, “Usamos más del 95 % de las canciones en su catálogo”, y no es una exageración. Aunque algunos éxitos más recientes o aspectos de su vida personal, como su lucha con el alcohol, no se mencionan directamente, el documental profundiza lo suficiente en su música como para ofrecer nuevas perspectivas sobre su legado.
Una de las características más destacadas es su estructura narrativa; And So It Goes mantiene un balance que rinde homenaje a la discografía completa de Joel, sin pasar por alto sus periodos de retiro o sus contribuciones al mundo de la música clásica. Este enfoque da importancia a cada etapa de su carrera, desde los primeros años, hasta su decisión de alejarse de la música pop en los años 90. Además, en lugar de comenzar con su infancia, se adentra en su carrera y en sus composiciones, dejando los detalles más personales para una segunda parte de la narración.
Uno de los momentos más reveladores es la discusión sobre la canción ‘Vienna’, que, como explica Lacy, siempre había sido rechazada por Billy como algo personal. Sin embargo, tras varios intentos, Lacy logró que Billy admitiera que la canción, en efecto, hablaba sobre su padre ausente. Este tipo de revelaciones subraya la profundidad de su música y el poder de sus letras para conectar con los sentimientos más profundos y personales. A lo largo del documental, se muestran canciones que no fueron grandes éxitos comerciales, pero que han logrado resonar profundamente con sus seguidores, como ‘The Stranger’, ‘Captain Jack’ o ‘And So It Goes’, que ha terminado siendo la favorita de Joel.
El análisis que se hace de la relación de Billy con la fama y la música es igualmente fascinante. Durante décadas fue considerado uno de los mayores “vendedores de canciones” del pop, un artista cuyas melodías pegajosas y letras accesibles (‘My life’, ‘It’s Still Rock & Roll To Me’, ‘Allentown’, ‘Uptown Girl’, ‘We Didn’t Start The Fire’) cautivaron a multitudes. Sin embargo, el documental también busca cambiar esa percepción y mostrar a un Billy Joel más profundo y complejo. Lacy y Levin logran capturar la contradicción entre el hombre que se sentía agotado por la exposición pública y el que sigue necesitando la música como aire para respirar. La película pone en evidencia esa tensión constante entre su deseo de retirarse y su necesidad de continuar creando.

Aunque muchos de los colaboradores cercanos también tienen su voz en el documental, uno de los comentarios más interesantes proviene de su exesposa, Elizabeth Weber, quien también fue su primera mánager. Si bien al principio fue reticente a hablar sobre las canciones que aparentemente le dedicó Billy, con el tiempo comenzó a reflexionar sobre la manera en que Joel volcó su vida personal en sus composiciones. Esto se convierte en un tema central, particularmente con la canción ‘Just the Way You Are’, una balada que se convirtió en un himno de bodas, pero que, según Weber, revela más sobre el propio Billy Joel que sobre ella misma.
A pesar de que el documental toca muchos temas profundos sobre la vida personal de Joel, también deja claro que sigue siendo un misterio en muchos aspectos. La película culmina con una pregunta abierta sobre su futuro creativo: ¿volverá a escribir y grabar música alguna vez? La respuesta sigue siendo incierta, pero And So It Goes logra transmitir la importancia de su legado, no solo como un artista popular, sino como un ser humano que ha luchado por encontrar su lugar en un mundo que lo ha querido definir de maneras que él mismo no siempre ha aceptado.
En un encuentro con las directoras, esto fue lo que nos revelaron:
En la creación de la narrativa de And So It Goes, ¿cómo equilibraron la imagen pública de Billy Joel como un ícono del pop con las realidades más íntimas y, a menudo, dolorosas de su vida personal?
SUSAN LACY: La clave estuvo en las entrevistas. Billy y yo tuvimos varias conversaciones y lo más importante es que él nunca puso restricciones. Nada estaba fuera de límite. Desde el principio, me dijo: “Solo di la verdad, es tu película”. Billy no tenía control sobre lo que se iba a mostrar. Y no la vio hasta que estuvo terminada. Esa fue nuestra oportunidad para profundizar en su vida sin filtros.
JESSICA LEVIN: Fue fundamental que Billy aceptara participar. No habríamos hecho este documental si él no hubiera estado dispuesto a hablar de su vida. Se sumergió completamente en el proyecto, participando en más de 20 horas de entrevistas.
Billy Joel es conocido por haberse alejado de la música pop durante años. ¿Cómo influyó este silencio creativo en su representación como artista en el documental?
SUSAN LACY: Lo abordamos de manera directa. La razón por la que Billy dejó de escribir música pop es que simplemente se cansó. Se cansó de lo que él llamaba “la tiranía de la rima”. Sus letras, tan autobiográficas, ya no le servían como vehículo para expresarse. Con el tiempo, la exposición de su vida en sus canciones lo agotó. Y es que su vida había sido constantemente invadida por los medios, y eso le dolía.
JESSICA LEVIN: Esa decisión de alejarse de la música pop fue clave para entender quién es Billy Joel hoy. Lo que hace ahora es tocar música clásica, algo que nunca habría imaginado hace años. Es una forma de reinventarse, pero también es una forma de llenar el vacío que dejó la música pop en su vida. La necesidad de crear sigue presente, aunque en una forma diferente.

And So It Goes se puede ver como parte de una ola de documentales que buscan contextualizar a artistas legendarios para nuevas generaciones. ¿Cómo encaja este proyecto en esa tendencia?
SUSAN LACY: Esa era nuestra intención. Queríamos hacer un documental que no solo hablara a los fans de Billy Joel, sino que también conectara con las nuevas generaciones que tal vez no conocen su música. A lo largo de su carrera, muchos lo han visto como un artista de “hits”, pero lo que queríamos mostrar es que Billy es mucho más que eso. Este documental no solo es un homenaje, es una revalorización de su legado, una invitación a mirar más allá de los éxitos comerciales y entender la profundidad de su música.
JESSICA LEVY: Al final del día, queremos que el público vea a Billy Joel de una manera nueva. Ya no solo como el cantante de ‘Piano Man’, sino como un hombre que ha sido profundamente honesto a través de su música, y cuya vida, aunque esté llena de fama y éxito, también está marcada por momentos de dolor y sacrificio.
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