Bad Gyal recoge los frutos que da ser ella misma 

Alba Farelo, conocida globalmente como Bad Gyal, ha construido una carrera donde el sonido y la estética avanzan en la misma dirección. Su propuesta está cuidadosamente planeada y es una apuesta por el disfrute, la atracción y la libertad creativa.

Desde muy joven encontró inspiración en el Caribe, particularmente en el dancehall jamaiquino y el reggaetón puertorriqueño. Sin embargo, su influencia no se limita al ritmo, sino a una idea más profunda: apropiarse de su imagen, expresarse con libertad y habitar la sensualidad desde un lugar propio y consciente.

Con nueve años de trayectoria, Bad Gyal ha desarrollado una mirada madura sobre lo que implica ser una figura pública, con sus contrastes y exigencias. Aun así, su esencia permanece intacta al disfrutar del proceso creativo, mantenerse inspirada y seguir siendo dueña de su identidad artística.

Tras el lanzamiento de ‘Fuma’, la artista se prepara para dar luz a un nuevo proyecto que llegará próximamente. En exclusiva para ROLLING STONE en Español, Bad Gyal habla sobre el proceso de creación de su siguiente álbum, el valor de la sensualidad en su obra, los retos de consolidarse como una artista reconocida y el concepto artístico que define sus proyectos audiovisuales.

Vas a lanzar próximamente un nuevo álbum, y justamente ha pasado un año desde que presentaste La Joia. Recientemente publicaste ‘Fuma’, ‘Última noche’, ‘Da Me’, ‘Comernos’, ‘Orilla’ y ‘Angelito’. Me gustaría saber un poco más de lo que acabas de estrenar y también qué planes tienes con este álbum. 

Viendo un poco los singles que he adelantado del disco, siento que se puede entender un poco cuál va a ser la vibra del álbum. El álbum en realidad es muy libre, no es un concepto, no es un álbum conceptual o que va solamente por una línea. Me he permitido más disfrutar haciendo los géneros que a mí me gustan. ‘Última noche’ es una kompa de Haití, ‘Da Me’ es más un reggaetón bachata, ‘Fuma’ es una guaracha y es un poco más la parte electrónica, un poco más diferente a lo que yo suelo hacer. Así que bueno, es un poco esa la línea, muy libre en cuanto a experimentar con los géneros que me gustan.

Uno de los géneros que más he notado como influencia es de Puerto Rico y también el dancehall, uno de tus favoritos.

Exacto, sí. Siento que tanto la música jamaicana, como la puertorriqueña, me han influenciado muchísimo. Desde pequeñita empecé a escuchar los géneros; me enamoré. Desde ese momento me entraron muy dentro y han sido muy clave para definir mi sonido y en qué aguas me gusta nadar.

Tienes una propuesta muy ecléctica. Combinas un poco de todo y también tienes influencias de varios artistas. En este momento, ¿qué artista o qué sonido tienes muy presente que te haya inspirado un poco a la creación de este álbum?

No me puedo decantar por un género. Soy fanática de muchísimos géneros y además siempre me gusta estar descubriendo cosas nuevas. Entonces eso también me guía a qué me apetece hacer en el estudio, qué quiero probar. Pero si pudiese resumirlo, englobarlo todo, siempre son géneros que suelen ser bailables, de fiesta, de celebración. Géneros que también siento que a las mujeres nos dan fuerza y nos ayudan a sentir esa libertad, a expresarnos con nuestra sensualidad. Siento que, por ejemplo, todos los géneros del Caribe tienen mucho eso en su ADN, ese poderío de la fiesta, esa mujer libre, salvaje, sexy. Siempre me sentí muy identificada con eso.

Natalia Cornudella

¿Cómo fue la experiencia de grabar este disco y qué fue lo que más te emocionó?

La experiencia de grabar este disco ha sido muy disfrutona. La hemos pasado muy bien y si me tengo que quedar con algo, ha sido la elección de productores y compositores que han trabajado conmigo. Era la primera vez que hacíamos una [curaduría] tan específica de qué productores y qué compositores iban a trabajar específicamente en el álbum.

En mi anterior álbum fue más el resultado de diferentes sesiones que fui haciendo por diferentes ciudades del mundo y de ahí hicimos una selección de qué canciones iban a entrar. Pero aquí ya hemos sido desde el principio muy específicos con qué personas, qué productores y qué compositores iban a formar parte de esto. Y la verdad que fueron decisiones super acertadas. Desde el primer momento sentimos una vibra increíble en el estudio, sentí que todas las personas que estaban dentro me entendían muy bien, entendían mi identidad, mi sonido, todos los géneros nuevos que les planteaba y por qué me apetecía hacerlos.

La producción de tus videos tiene una propuesta artística, interesante, emotiva y sensual, sobre todo. ¿Cómo defines el concepto de tus videos?

Bueno, desde pequeñita me ha encantado todo lo estético y lo visual. De hecho, empecé a estudiar diseño de moda. Los dos primeros años es un diseño muy general que puede ir luego aplicado a producto y yo ya había llevado muchos años estudiando en el high school, luego el bachillerato, luego la carrera; lo intenté una vez en la universidad pública. No me gustó nada cómo estaba el sistema público para una carrera artística en mi país, así que paré por un año para ahorrar, trabajar, para poder pagarme una universidad privada. Y ahí fue cuando empecé y lo dejé, porque ya en la música me estaba yendo bien. Preferí centrar mi energía y mis esfuerzos en ese proyecto que me encantaba. Es curioso ver como luego, con los videoclips o mis experiencias en fashion weeks, ya sea en Nueva York, en París o en Milán, me han acercado muchísimo al mundo de la moda también, que era algo que a mí me llamaba mucho la atención.

La parte fotográfica, la parte cinematográfica, la expresión a través de la ropa… me parece que el videoclip es la excusa perfecta para expresarte en todos esos sentidos. Y yo me lo tomo como un privilegio que mi profesión también tenga esa parte y no sea solo crear música o presentar las canciones en directo. Me encanta esa parte de crear el mundo visual que acompaña la canción, y sobre todo siento que en cada una hacemos un trabajo específico de ¿qué necesita?, ¿qué queremos transmitir?, ¿a dónde nos lleva la letra y la vibra? Sobre todo es eso.

Me encanta poder trabajar con directores que admiro, que me parecen super talentosos. He trabajado con algunos que tienen más salida dentro del mundo de la publicidad, pero luego te pueden hacer también una pieza de videoclip. Luego, otros que trabajan mucho en el mundo de la moda. No busco un perfil concreto, sino el que encaje con lo que estoy trabajando en el momento y el que también entienda mi propuesta y lo que quiero defender con esta canción. Así podemos crear ese equilibrio entre la visión del director y la nuestra, la de mi equipo y mía.

Lo chido de la música es que se pueden recuperar elementos de lo que te gusta, como la moda.

Totalmente.

En tu último video, el de ‘Fuma’, tienes muchas luces en un cuarto oscuro y se manejan distintos tonos y con brillos. ¿Cómo fue hacer ese clip?

La idea de ese vídeo era mucho más plantear algo bello visualmente que un storytelling o una trama. Era simplemente ser yo el elemento protagonista [risas] y tratar de lucir lo más bella posible con la iluminación. Al final el cine es magia. Obviamente yo no soy esa diosa que se ve en ese vídeo todo el rato, para eso están esos equipos increíbles de iluminadores y directores que hacen que esa visión se vuelva realidad. Y es una experiencia bonita porque para mí es como jugar a transformarme. Yo me veo todo el día las 24 horas, convivo conmigo misma y obviamente es otra faceta mía. Cuando se me cuida así, se me presenta de esa forma tan bonita, tan elegante aún siendo muy erótica o muy sexy —porque es parte de mi personalidad y de lo que es Bad Gyal—, es bonito ver cómo se pueden elevar las cosas a través de este imaginario o de la creación visual. Tiene muchísima magia, me parece muy muy bonito.

Justamente mencionas algo que me encanta de lo audiovisual y del cine, que te hace sentir cosas.

Totalmente. 

Y justamente lo consigues a través de tus videos. Sí logras plasmar ese mensaje y esa intención. ¿No?

Sí. Y siento que también ayuda a transmitir la parte musical, la energía que quiero transmitir con la música. Como te comentaba, para mí la parte visual es súper importante y la disfruto muchísimo. Tanto mi equipo de management como mi sello tienen muy claro que, en este proyecto, la parte visual siempre va a estar muy cuidada, va a ser una prioridad. Al final, siento que también mis fans lo esperan de mí y se lo disfrutan, entonces es un elemento super importante en este proyecto.

Históricamente el sexo, el erotismo y lo lascivo ha sido muy cuestionado. Ahora, en las nuevas generaciones, existe esta libertad de querer transmitir esta parte, que es natural y forma parte de nosotros. ¿Cómo has percibido esta evolución en tu carrera? Y, desde tu área, ¿cómo lo sientes?

Desde hace bastantes años ya me he sentido muy inspirada tanto del danzón jamaiquino como del reggaetón y del dembow dominicano, y por las mujeres que formaban parte de esta escena. Cuando lo descubrí, me inspiró muchísimo ver esas mujeres tan dueñas de su sensualidad, de su erotismo, de la forma en la que se presentaban. Sentía que quería ser esa mujer porque las veía muy seguras, claras, potentes y fortalecidas en lo que decidían transmitir y expresar ignorando los clichés o cómo deberíamos comportarnos o actuar. A mí eso me inspiró muchísimo desde temprana edad, y siento que marcó mi identidad en el desarrollo de pasar de ser un adolescente a ser una mujer. Siento que en mi formación como mujer empecé a absorber todos esos referentes y crearon la persona que soy. Es muy intrínseco en mí, es algo que va mucho con quien yo soy. Tengo también una parte muy reservada. 

¿Es como un alter ego?

No, no, siento que conviven todas. La Alba siempre ha sido así, ha disfrutado de la sensualidad, ha visto esas mujeres que se presentaban así y le ha parecido increíble. Pero muchas veces tenemos esos clichés de que la mujer que es sexualmente poderosa, erótica o sexy no puede ser reservada o tímida. [También] le gusta tener su ratos solas o  no quiere saber nada de los hombres un rato. No siempre está relacionado al hombre o al querer seducir, a veces es más una cosa personal, un disfrute propio y siento pues que soy todo eso a la vez.

Natalia Cornudella

Desde 2016 que publicaste Slow Wine Mixtape en 2016, hasta este próximo álbum que vas a sacar, ¿sientes nostalgia, ternura y progreso? O, ¿cómo describirías esta evolución que has tenido?

Siento todo lo que has dicho, la verdad. Siento nostalgia, siento ternura, especialmente cuando veo mis primeros trabajos y los escucho, y veo gente que todavía los consume y los disfruta. También siento progreso, y también me ha dado muchísima perspectiva de que es una carrera muy completa ser artista, y no hablo solo por mí sino de cualquier persona que esté en esta industria. Es una carrera muy completa, requiere de muchísimas habilidades, requiere de muchísima resiliencia. Hoy, ya te digo, cuando llevas nueve años puedes tomar un poco de perspectiva y ver qué experiencias has vivido en el camino: lo positivo, lo negativo. En mi caso, por suerte, no me puedo quejar para nada. He tenido un montón de experiencias positivas cada año. He crecido, he mejorado, pero no me resta de esa parte de ver la resiliencia que se necesita para aguantar en esta industria. Ser fuerte, seguir adelante, entender todo lo que tienes que hacer y todo lo que tienes que dar. Pero es bonito. Lo digo porque a veces de fuera parece la vida idílica, y sí lo es, porque somos muy afortunados y afortunadas. Vivimos muchas cosas increíbles que nunca pensábamos que viviríamos, pero también hay otra parte que es dura. Y por eso también siento que cada vez hay más artistas hablando de salud mental o cancelando shows, o cancelando jornadas de prensa, porque hay veces que es abrumador. Es difícil crecer en tu fanbase, es difícil manejar las redes sociales. A veces no tienes días que te pega tanto estar delante de 20,000 personas cantando, pero tienes que salir y hacerlo igual porque esas personas te quieren ver y te ayudan, te apoyan, y son tus fans.

No quiero restarle importancia a todo lo positivo y parecer desagradecida o que no valoro todo lo bueno que me ha pasado. Pero sí, es una perspectiva real y me parece importante transmitirle a la gente joven que es un oficio muy idílico, pero como todos tiene también sus partes más complejas o sus días en los que no te sientes con tanto entusiasmo. Aun así, me siento muy afortunada y vivo experiencias increíbles. Y soy muy feliz haciendo lo que hago.

¿Qué le dirías a las personas que no conocen tu concepto o que lo están empezando a conocer? ¿Cómo les darías la bienvenida a lo que eres? 

Que se quiten prejuicios y que intenten sacar su parte más bailonga, más disfrutona, más de soltarse la melena. Yo siento que todos tenemos esa parte más afuera o más oculta. Necesitamos a veces soltarnos un poco  y disfrutar.

Get started

If you want to get a free consultation without any obligations, fill in the form below and we'll get in touch with you.