Luis Enrique: una voz de aliento y esperanza junto a C4 Trío
Todo un universo sonoro más allá de ‘Yo no sé mañana’. De la mano de la agrupación venezolana C4 Trío, el artista nicaragüense ha encontrado durante los últimos años —sin dejar de lado la salsa— otro camino musical vinculado a los sonidos del folclor latinoamericano. En 2019, en colaboración, lanzaron el disco Tiempo al tiempo, un abrebocas de gran envergadura para lo que sería la primera canción en ser galardonada en los Latin Grammy dentro de la categoría de Mejor Canción de Raíces: ‘Aguacero’.
De ese camino musical paralelo a la salsa, de una canción de raíces necesaria para la sociedad de hoy y de un futuro completamente salsero, hablamos con Luis Enrique en exclusiva para ROLLING STONE en Español.
Me gustaría empezar por ‘Aguacero’. Más allá de haber ganado un Latin Grammy, ¿qué significa haberlo ganado en la categoría de Raíces?
La categoría es nueva, se estrenó en este certamen y qué bello que hayamos estado nominados y nos hayamos llevado el premio mayor. Eso jamás lo podré olvidar.
Pero más allá de eso, lo más especial es lo que la canción significa para la gente; cómo el pueblo venezolano ha abrazado este tema, cómo el público se ha identificado con un mensaje esperanzador y positivo dentro de un tiempo convulsionado que estamos viviendo. Tiempos difíciles para los inmigrantes, todas las guerras que se están presentando en el mundo… es una canción que viene a ofrecer, de corazón, una voz de aliento y esperanza para quien lo necesite.
Ya venías trabajando con C4 Trío; presentaron un disco completo que fue Tiempo al tiempo. ¿Cómo se fue dando esta cercanía con ellos y su sonido?
Mi cuna musical en un inicio fue el folclor nicaragüense; era lo que escuchaba mi familia y siempre lo he amado. En la medida en que mi carrera avanzó, fui conociendo nuevos países en Latinoamérica y me fui enamorando aún más de nuestro folclor.
“Esa curiosidad es lo que me mantiene vivo, pero es la experiencia el camino mágico que al final te lleva a estar de pie haciendo lo que amas”.
Tuvimos la oportunidad de conocernos e interpretar una versión de una canción emblemática de Venezuela en un concierto en Miami: ‘De repente’. Desde ese momento conectamos y yo les dije: “Me gustaría volver un poco al folclor latinoamericano, al sonido que fue mi cuna”. Así llegamos al disco Tiempo al tiempo, una producción que nos dio la certeza de que podíamos trabajar juntos, porque el folclor venezolano es muy complejo. Con ese álbum ganamos dos Latin Grammy.
En los últimos años te has inclinado por sonidos menos tradicionales dentro de la industria y te has acercado más a los sonidos de raíz, ¿a qué responde esto?
Haciéndole justicia al álbum junto a C4 Trío, era el tiempo de hacerlo, para bien o para mal, dentro de la pandemia. Quizás era el momento indicado por la trayectoria que ya tengo, por querer abrir más el abanico y hacer las cosas que me gustan y las cosas que quiero dejar hechas. La música que hago primero me tiene que gustar a mí, y después espero que les guste a ustedes.
No dejo la salsa de lado; más bien hago un trabajo acorde a cómo me voy sintiendo y a la necesidad de expresar algo. En el caso del folclor, tocar una guitarra y cantar una canción folclórica de mi país me llena profundamente, y siento que años atrás no era el momento. La época precisa para hacerlo fue cuando salió Tiempo al tiempo.
Hoy la madurez, la experiencia y el camino recorrido me dan la posibilidad de abrirme y hacer otras cosas. Pero eso no quiere decir que la salsa no sea importante; está más viva que nunca.
¿Cómo funciona el proceso de madurez en un artista?
Los años y las experiencias son los que te muestran lo que has aprendido y lo que has caminado. En mi caso, que soy músico y escribo, que le he dedicado mi vida entera a la música, siento que sigo aprendiendo y que la curiosidad jamás ha cambiado. Sigo siendo un niño con la guitarra de mis tíos y el piano de mi abuela. Hay mucho de ese niño en mí, ese deseo de superarme cada día y nutrirme más.
Esa curiosidad es lo que me mantiene vivo, pero es la experiencia el camino mágico que al final te lleva a estar de pie haciendo lo que amas.
Retomando la salsa, pronto llegará tu nuevo sencillo ‘Dando y dando’ y el próximo año un nuevo disco de este género. ¿Qué nos puedes contar de lo que viene y por qué este es el momento de volver fuertemente a la salsa?
En la pandemia nacieron muchas de las canciones. Tuve el tiempo de descubrir y escudriñar el camino de este disco, porque han pasado muchos años sin hacer un álbum completo de salsa; este será el primero en 10 años.
Es un disco diverso, porque abordo la temática romántica, pero también algo muy personal como mi fe. Hay una gran colaboración con un artista norteamericano. Habrá mucho para bailar, pero también para escuchar.
Hoy en día todo —incluida la música— va tan rápido que no tenemos tiempo de digerir ni degustar lo que los artistas nos presentan. Nosotros nos sentamos a trabajar con el mayor esfuerzo y eso quiero lograr con esta producción, invitar a que la gente escuche, que no sea todo a las carreras con canciones de dos minutos. Quiero que la gente entienda la historia del álbum, su hilo conductor, la intención profunda que lleva consigo. Estoy muy emocionado.
Cambiando de tema, ¿qué significa para ti ‘Yo no sé mañana’? Para ROLLING STONE en Español, es una de las canciones más importantes de este siglo.
Hay un antes y un después. ‘Yo no sé mañana’ llega en el momento en que internet se abre y comienza esto de la viralidad, palabra que en ese entonces ni yo entendía. Gracias a Dios me encuentro con esta canción y conecta con el mundo justo cuando el internet se apodera del universo. Ni hubiéramos soñado lo que pasó.
“Eso quiero lograr con esta producción, invitar a que la gente escuche, que no sea todo a las carreras con canciones de dos minutos”.
‘Yo no sé mañana’ vuelve a iniciar mi carrera; yo estaba más guardado, siendo papá y haciendo otras cosas, y me lancé con esa producción junto a mi amigo y colega Sergio George, uno de los productores más importantes de nuestra música. Es una canción que se quedó para siempre. Es increíble cuando una canción tiene el poder de seguir vigente y conectar con el público 15 años después.
¿Recuerdas el momento en el que se dieron cuenta de que todo el mundo estaba escuchando la canción y que iba a convertirse en una producción inolvidable?
Cuando nos dimos cuenta del gran éxito que estaba alcanzando la canción, nuestra disquera —que no era muy grande, era independiente— no estaba lista; en realidad ninguno lo estábamos. Nos agarró desprevenidos porque apenas estábamos entendiendo el rollo de tener un hit.
Gran parte del auge fue que, desde recién lanzada, empezaron a aparecer versiones de la canción en diferentes países y hasta en diferentes idiomas. Eso pasa con las canciones que abrazan al mundo, las versiones no se hacen esperar y ayudan a que la conexión con el público sea más cercana.









