20 años después, Abraham Mateo sigue haciendo historia
Hay artistas que viven rápido y desaparecen igual de pronto. Y luego está Abraham Mateo: aquel niño andaluz que se convirtió en ídolo adolescente y que, contra todo pronóstico, logró mantenerse en la cima durante dos décadas. A los 27 años, acumula una lista de logros que pocos podrían igualar: éxitos internacionales, colaboraciones con leyendas, una carrera como productor y compositor, y ahora un renacer global gracias al fenómeno de Culpa Nuestra.
Pero lo que más sorprende no es la magnitud del éxito, sino la calma con la que lo asume. A las puertas de su concierto en el Movistar Arena, Abraham habla desde un lugar distinto: el de quien ya no busca demostrar nada, sino disfrutar de lo que ha construido. Entre risas, recuerdos y confesiones, repasa el viaje que lo llevó de los escenarios infantiles a convertirse en un emblema del nuevo pop español.
Cumplir 20 años de carrera suena casi imposible para muchos artistas. Tú lo has hecho desde muy joven. Si tu carrera fuera una película, ¿en qué parte del guion crees que estás ahora?
Qué buena pregunta. Creo que estoy justo en la mitad de la película. Todavía me quedan muchas cosas por vivir, pero me siento en un gran momento. Es esa parte donde estás súper enganchado, esperando qué pasará después, pero ya puedes intuir por dónde va la historia. La mía está en un punto muy positivo, disfrutando de cada segundo. De repente ha dado un giro de guion inesperado con ‘Quiero decirte’, que resurgió después de tres años, y estoy más metido en la película que nunca.
Muchos artistas hablan de reinvención, pero tú has vivido varias vidas artísticas. ¿Qué versión de ti sientes que aún no ha salido del todo o que quieras explorar más adelante?
Me gusta mucho experimentar y jugar con la música, sorprender. Me gustaría adentrarme un poco más en el flamenco, ir introduciendo mi sonido con un toque más español, fusionado con el pop. Creo que sería una buena manera de probar cosas nuevas. Además, en Latinoamérica gusta mucho el flamenco, y me encantaría internacionalizarlo un poco más, exportarlo, que la gente pueda nutrirse de ese sonido que no les es tan familiar, pero que aman.
Vas a presentarte en el Movistar Arena en enero. ¿Qué canción no puede faltar esa noche, aunque no haya sido single?
‘Sigo a lo mío’, sin duda. Representa muy bien lo que he vivido durante toda mi carrera: los prejuicios, los retos, las ganas de demostrar que detrás de ese “producto” había un músico real, disciplinado, que componía sus canciones y trabajaba duro. También incluiré temas de mis primeros discos, haré un repaso de toda mi trayectoria. Algunas canciones no las volveré a cantar nunca más; solo sonarán esa noche. Va a ser como reencontrarme con ese niño que empezó en la música y cerrar un ciclo. Será casi como una sesión de terapia.
Si pudieras estar tras bambalinas con tu versión de siete años, ¿qué se dirían?
Creo que los dos estaríamos flipando. Yo le diría: “El esfuerzo va a valer la pena, porque lo hemos logrado”. Le contaría que la vida le va a sorprender, que cumplirá muchos sueños. Y mi yo pequeño probablemente me diría que el camino ha sido duro, pero que con constancia y disciplina se consiguen las cosas. Sería un momento muy bonito, porque este concierto es una meta que me puse desde niño: llenar un recinto así en mi país.
Has colaborado con gigantes como 50 Cent, David Guetta o Jennifer López. ¿Con quién te gustaría hacer algo completamente inesperado?
Hay muchos artistas que admiro, y ya he cumplido sueños que creía imposibles. Pero si tengo que elegir uno, te diría Luis Miguel. Lo sigo desde pequeño, he aprendido mucho con su música y me parece un artista muy místico, muy misterioso. Empezó de niño, como yo, y siento que una colaboración con él sorprendería muchísimo, porque no suele colaborar con nadie. También te podría decir Bruno Mars, que me inspira mucho.
‘Quiero decirte’ volvió a explotar gracias a Culpa nuestra. ¿Te sorprendió que una canción tuya renaciera así por una película?
Totalmente. No me lo esperaba. Nunca imaginé que una película pudiera cambiarte la vida. Esa canción se volvió la banda sonora de una escena espectacular y llegó a millones de personas. Hoy es la más buscada del mundo en Shazam. Me encanta el cine, pero no pensé que pudiera tener tanta fuerza. Bendito el día que dije que sí a esa oportunidad.
¿Hubo algo en ese proceso que te hiciera ver tu canción con otros ojos?
La canción es prácticamente la misma, solo que las partes de Ana las canté yo en la versión acústica porque ella no podía grabar ese día. Curiosamente, la letra encajaba perfectamente con la historia de la película, parecía escrita para ella. Eso fue clave: la gente conectó porque era la historia de los protagonistas. Y claro, también porque la canción en sí tiene algo especial. Todo se alineó para que funcionara así.
Si pudieras dejar una cápsula del tiempo con tres momentos que representen estos 20 años, ¿cuáles pondrías?
El primero, el día que me subí por primera vez a un escenario, con siete años. Estaba toda mi familia y fue el inicio de todo. El segundo, cuando llené el Auditorio Nacional de México con solo 17 años. Cruzar el charco y ver ese lugar lleno fue una locura. Y el tercero, este momento. Todo lo que está pasando con la película y “Quiero decirte” ha sido muy inesperado, y lo estoy disfrutando al máximo, sabiendo que, como todo, pasará.
Este concierto no es solo un repaso, sino una celebración del cambio en la música española. ¿Qué canción de otro artista incluirías para representar esa transformación?
Incluiría una de Bruno Mars. Representa mucho de lo que escuchaba de pequeño y lo que sigo escuchando ahora. De hecho, ya hago un cover suyo en esta gira, pero me encantaría rendirle un homenaje porque su música me ha enseñado muchísimo y me inspira todos los días.
Con tantos años de carrera y escenarios enormes, ¿algo te sigue poniendo nervioso?
Todo [ríe]. Antes de salir al escenario, de lanzar un tema o un videoclip, siempre me pongo nervioso. Pero es bonito, porque esa adrenalina te hace dar lo mejor de ti. A veces me pasa que, si algo no sale perfecto, me lo repito una semana entera en la cabeza. Soy muy perfeccionista, muy autocrítico. Los nervios me acompañan siempre, pero aprendí a hacerme amigo de ellos.

Has crecido frente a una generación que también cambió contigo. ¿Sientes que quienes te escuchaban de adolescentes siguen conectando contigo ahora?
Sí, muchos siguen ahí. Me emociona ver, veinte años después, las mismas caras en las primeras filas o en los aeropuertos. Claro, algunos habrán cambiado de gustos, pero me siento súper orgulloso de los fans que tengo. Son fieles, apasionados y los mejores del mundo.
Para cerrar, tres preguntas rápidas. Si pudieras hacer la banda sonora de tu película favorita, ¿cuál sería?
Rocky Balboa.
¿Tu banda sonora favorita?
Puede sonar random, pero me encanta Introducing Me, de Camp Rock, cuando la canta Nick Jonas con su guitarra. Me da nostalgia, me recuerda a mi infancia.
Y si tuvieras que describir todo lo que estás viviendo en una palabra…
“Locura”. Porque los números, el cariño, todo lo que está pasando no tiene sentido. Una locura hermosa.
















