El impacto de Bad Bunny estimula la atención caribeña en la convención de turismo musical
El turismo musical, un sector en crecimiento, está en el punto de mira más que nunca después del auge turístico y económico de Puerto Rico tras la residencia de Bad Bunny.
Los efectos dominó estuvieron entre los temas de discusión durante la Convención anual de Turismo Musical, que se lleva a cabo desde hace una década y, por primera vez, se celebró en el Caribe, específicamente en la isla de Anguila del 4 al 7 de noviembre.
Delegados gubernamentales, empresarios y empresas de Canadá, Arabia Saudita, España, Estados Unidos, Bélgica, Reino Unido, Argentina, Barbados, San Vicente, St. Maarten, Martinica, Trinidad y Tobago, las Granadinas, Islas Vírgenes, Panamá y República Dominicana viajaron a este territorio británico conocido por sus playas vírgenes, con el objetivo de compartir e intercambiar ideas sobre el desarrollo de eventos y cómo maximizar los recursos de entretenimiento.
El gran éxito de Bad Bunny a la hora de atraer turistas a Puerto Rico e impulsar la economía de la isla despertó el interés de los países vecinos y recordó a Jamaica, que en un momento hizo algo similar con la dinastía Marley.
Aunque los carnavales y festivales locales de verano atraen turistas al Caribe, el resto del año sigue estando infrautilizado.
“El patrimonio cultural del Caribe es muy extenso, pero no ha sido aprovechado como se debe”, explicó Davon Cartydirector ejecutivo de Anguilla Music Production and Publishing, hablando sobre la isla anfitriona, durante uno de los paneles. “Tenemos grandes músicos en la isla además de nuestra legendaria estrella, Bankie Banks, por eso queremos mostrárselos al mundo”, añadió.
Otro punto importante discutido por los asistentes fue la necesidad no sólo de contar con sus estrellas internacionales para promocionar y dar a conocer sus territorios, sino también de poner a disposición de los artistas interesados recintos y espacios públicos equipados con las instalaciones necesarias para sus actuaciones o creación de contenidos.
“En Miami parece que todo es música latina, pero no es así, tenemos muchos más movimientos musicales que queremos promover”, explicó Connie Kinnardvicepresidente senior de la Oficina de Visitantes y Convenciones del Gran Miami. “Queremos ampliar el horizonte musical. Por ejemplo, la música electrónica, que es muy fuerte”, añadió. Mientras tanto, John Copelanddirectora de turismo artístico y cultural de Miami, habló sobre diversos atractivos que se pueden ofrecer a los turistas. “Ahora en Miami tenemos giras a lugares donde se han filmado videos musicales. No sólo las casas de las celebridades son atractivas; hay mucho que mostrarle a la gente”, dijo.
Desde Canadá, Allegra Swanson de Music Nova Scotia, territorio donde se llevan a cabo los reconocidos Juno Awards, compartió un consejo basado en su experiencia: “Organizar una ceremonia de premiación definitivamente impulsa el turismo y el desarrollo económico de un lugar, pero también permite exhibir talentos y formar alianzas importantes con patrocinadores”, dijo.
Desde Arabia Saudita, Hala Alhedeithydirectora general de estrategias de la Saudi Music Commission, encabezó otro interesante panel en el que habló sobre la integración del talento local en importantes actividades en ciudades como Riad, donde se están realizando esfuerzos para convertirla en un destino atractivo. Por último, mexicano Pablo Borchi Klappdirector de eventos y patrocinios de Sound Diplomacy, empresa que no solo produce la convención sino que también brinda consultoría sobre el valor económico y social de las industrias creativas, compartió su experiencia en la organización de tours para turistas con énfasis musical, que incluyen visitas a restaurantes y lugares que exhiben diversos tipos de música.
En 2026, Sound Diplomacy producirá las Convenciones de Music Cities en Kingston upon Hull en el Reino Unido y en Alberta, Canadá.















