Cómo el alcalde Mayer Mizrachi logró traer los Premios Juventud a Panamá
En la franquicia”Las estrellas detrás de la estrella”, Los editores de Billboard Latin y Billboard Español comparten historias no contadas sobre aquellos que normalmente no son el centro de atención. Piense en “todo lo que sucede fuera de cámara” o “todo lo que sucede detrás de escena”. Estos héroes anónimos son esenciales para el equipo y la fundación de un artista. Hoy destacamos al alcalde de la ciudad de Panamá, Mayer Mizrachi, por ser anfitrión de la primera edición de Premios Juventud en su país.
“¡Panamá está brillando!” Esa es una frase que escuchamos múltiples veces durante la semana de Premios Juventud 2025, que se llevó a cabo el 25 de septiembre en la Ciudad de Panamá. Parte del lema del alcalde Mayer Mizrachi, “La ciudad que brilla”, pretende resaltar su potencial turístico y cultural.
Mizrachi, una figura carismática que se convirtió en el alcalde más joven de la historia de su país a los 36 años en 2024, decidió asistir a la ceremonia de los Latin Grammy en Miami ese año, marcando su primera experiencia en la alfombra roja. Durante el evento conoció al equipo de Univision, lo que generó una conversación inicial que finalmente desembocó en una invitación.
“Panamá no sabía lo hermoso que era, lo ecléctico y diferenciado que es del resto de Centroamérica y el Caribe”, dijo Mizrachi con satisfacción. Según un informe del periódico panameño La Estrella de Panamá En cuanto al impacto económico local, Premios Juventud generó entre 2.500 y 3.000 empleos temporales, aumentó la ocupación hotelera a aproximadamente un 75% e impulsó la actividad en restaurantes y centros comerciales.
Para TelevisaUnivision, la transmisión, que incluyó actuaciones aclamadas de artistas panameños como Erika Ender, Los Rabanes y Nando Boom, rompió récords multiplataforma, logrando un aumento año tras año de +58%, con más de 450 millones de interacciones totales en televisión, redes sociales, plataformas digitales y ViX.
Vía Zoom desde su casa en la Ciudad de Panamá, Mizrachi conversó con Cartelera sobre cómo surgió la oportunidad de ser sede de la primera edición de Premios Juventud fuera de Estados Unidos. (Lo hizo sentado junto a una nueva caja de cereal, con la que planeaba hacer uno de sus famosos “unboxings“—del tipo que inicialmente lo hizo popular en las redes sociales antes de convertirse en alcalde, lo que le valió miles de seguidores).
Luego de esa primera conexión en los Latin Grammy 2024, ¿cómo respondió el gobierno a la idea de invertir en los Premios Juventud?
Era un riesgo para todos. Cuando al gobierno del presidente José Raúl Molino –quien produjo e invirtió en el evento– se le presentó la idea y acudió a la Asamblea a solicitar la asignación presupuestaria para costearlo, hubo muchos cuestionamientos. “Oye, pero hay cosas que podríamos hacer con ese dinero. Hay necesidades básicas y ¿quieres gastarlo en un concierto?” Había muchas, muchas dudas sobre si se trataba de una inversión razonable, si se trataba de un uso legítimo de los fondos públicos. También hubo una clara falta de comprensión del impacto que esto podría tener.
Sabía que iba a ser importante, pero no sabía que iba a ser tan importante para tanta gente. No sabía que iba a ser importante para los extranjeros que vinieron. No sabía que destacaría en comparación con otras instancias donde se han producido estos eventos, como en Miami u otras ciudades. Y no sabía que parte de la salsa secreta iba a ser Panamá: la cultura panameña, el pueblo de Panamá. Y creo que eso fue bastante conmovedor.
¿Cómo se ha percibido esta decisión tras ver el impacto económico que tuvo?
Nadie cuestiona la inversión, nadie cuestiona la forma en que Mayer llegó a los Grammy (latinos). Todos agradecen al presidente Molino, agradecen a los participantes que hicieron esto posible, desde las empresas privadas hasta el gobierno central. Y ahora preguntan: “¿Qué sigue? ¿Qué viene?”. Eso me lo preguntaron ayer. Donde antes decían: “¿Crees que Panamá necesita esto con tantos problemas?” ahora dicen: “Oye, ¿qué sigue?” porque se dieron cuenta de que esto trae un impacto económico significativo y mejora la industria del talento nacional. Motiva al talento local a decir: “Voy a mejorar mi juego para algún día estar en ese escenario”.
En cierto modo, fue como escuchar sonidos que no siempre están presentes en los EE. UU. ¿Cómo te sentiste?
Mire, ese acto de apertura fue un homenaje a la cultura panameña. Seguía siendo una celebración del entretenimiento latino. Estaba la salsa, luego Sandra Sandoval de Panamá, y luego estaban las estrellas del rock panameño: Erika Ender, Los Rabanes y luego Nando Boom, quien fue uno de los pioneros del reggaetón. Panamá brilló. Ese siempre ha sido mi lema: que Panamá va a brillar. Después de los Premios Juventud… lo que se siente ahora en Panamá es un ambiente de renovación patriótica.
¿Por qué cree que la gente se ha conectado con usted no sólo como alcalde sino como figura pública?
Yo, pase lo que pase, seguiré aportando a mi país y al pueblo. Me gusta ayudar. Pero tampoco se trató nunca de repartir cosas, porque personalmente lo veo como una forma de populismo: “populismo de Instagram”. Y no creo que se trate de ser político. Creo que en esta era de las redes sociales, vemos personas y personajes de los que quizás muchos permanezcan en la superficie. Y más que nunca, la gente anhela conectarse con algo real y no necesariamente con algo perfecto. Al contrario, es precisamente porque es imperfecto que se siente real.
¿Qué música suena en tu famoso cibertruck?
¿Quieres reírte? Primero que nada, estoy en una fase de país. Una de las canciones que tengo repetidas es “Ordinary” de Alex Warren. (También) “Holy Water” de Jelly Roll. Me encanta Jelly Roll, es el mejor. Y “El último de mi especie” de Shaboozey.