En el corazón de las Montañas Rocosas de Colorado se extiende Aspen Snowmass, un resort legendario que, desde hace más de 75 años, redefine lo que significa viajar a la nieve. No se trata únicamente de esquiar: es un destino donde naturaleza, cultura, bienestar y sofisticación conviven en perfecta armonía.
Lo que hace de Aspen Snowmass un lugar incomparable no es solo la grandeza de sus paisajes, sino la manera en que logra transformar cada visita en una experiencia integral. Conformado por cuatro montañas: Aspen Mountain, Snowmass, Buttermilk y Highlands. El resort ofrece un abanico de posibilidades que van mucho más allá de los deportes de invierno: desde glades alpinos para los expertos que buscan adrenalina, hasta espacios diseñados para la contemplación, el arte y la conexión profunda con la montaña.
Cada temporada, Aspen Snowmass demuestra que su grandeza no se detiene en el paisaje. Este invierno, Snowmass se prepara para una de las transformaciones más ambiciosas de su historia reciente: cerca de 80 millones de dólares en mejoras que incluyen la incorporación de dos telesillas de última generación y la renovación total del mítico Ullrhof, el restaurante que, enclavado en la montaña, se ha convertido en refugio para generaciones de esquiadores. Con su nueva cara, promete no solo ser un punto de encuentro gastronómico, sino también un símbolo de cómo tradición y modernidad pueden dialogar a más de 2.700 metros de altura.
En Aspen Mountain, la adrenalina toma la forma de Hero’s, una expansión de terreno que abre las puertas a glades alpinos de alta dificultad, pensados para aquellos que buscan ir más allá de la comodidad de las pistas y sumergirse en lo indómito. Aquí, la experiencia se mide en la pureza de la nieve virgen, en la libertad de deslizarse entre bosques nevados donde el silencio es tan impactante como la vista panorámica.
El secreto del resort está en la diversidad de sus montañas.
Aspen Mountain (Ajax): la más icónica, famosa por sus pistas desafiantes y su cercanía al centro histórico de Aspen. Bajas la montaña y de inmediato estás en un pueblo lleno de vida, rodeado de galerías, restaurantes y boutiques de lujo.
Snowmass: la más grande de todas, pensada para familias y para quienes buscan variedad. Con más de 90 pistas y un terreno que parece infinito, ofrece desde descensos tranquilos hasta áreas de freestyle y parques de nieve.
Highlands: el paraíso para los esquiadores más avanzados. Su famosa “Highland Bowl” es una de las experiencias más intensas de esquí en América del Norte, un descenso solo apto para quienes buscan adrenalina pura.
Buttermilk: reconocida mundialmente por ser la sede de los Winter X Games, es la montaña donde los deportes extremos cobran protagonismo. Al mismo tiempo, es amigable para principiantes, lo que la convierte en un espacio ideal para aprender.
Pero reducir Aspen Snowmass a esquí sería injusto. Una de sus grandes virtudes es haber construido un ecosistema donde el deporte convive con el arte, la cultura y el bienestar. Durante todo el año, Aspen vibra con festivales de música, exposiciones de arte contemporáneo y encuentros que convierten al destino en un epicentro creativo. Caminar por sus calles es sentir que la vida cultural de una gran ciudad se traslada a un pueblo de montaña, donde las galerías conviven con boutiques de diseño y cafés de autor.
La propuesta gastronómica es igual de potente: desde restaurantes con estrellas Michelin hasta espacios más íntimos donde chefs locales reinterpretan los sabores de Colorado con productos de temporada. Después de un día en la nieve, las cenas en Aspen Snowmass se convierten en rituales, acompañadas por vinos de etiqueta, coctelería de autor y una hospitalidad que hace sentir a cada visitante como parte de una comunidad exclusiva.
Aspen Snowmass ha sabido consolidarse como un destino de wellness. Sus spas, tratamientos de hidroterapia y experiencias de yoga en plena montaña ofrecen una manera distinta de acercarse al entorno. Aquí, el lujo no se mide solo en suites o en servicios cinco estrellas, sino en la posibilidad de reconectar con uno mismo en un entorno que parece diseñado para la contemplación.
Otro de los grandes diferenciales de Aspen Snowmass es su accesibilidad. Pocos destinos de esquí en el mundo pueden presumir de contar con un aeropuerto a solo minutos de las pistas. El Aspen-Pitkin County Airport, ubicado a cinco minutos de Buttermilk y diez de Snowmass y Aspen Mountain, recibe vuelos directos desde más de diez aeropuertos principales de Estados Unidos, lo que facilita que visitantes internacionales lleguen con comodidad. Para quienes prefieren la carretera, Denver se encuentra a poco más de 200 millas, atravesando paisajes que son, en sí mismos, una experiencia cinematográfica.
El après-ski en Aspen Snowmass es una tradición que combina glamour y calidez. Desde bares enclavados en la montaña donde el fuego acompaña una copa de champán, hasta clubes privados donde la música en vivo y los DJs internacionales marcan el ritmo de la noche. Aquí, el día no termina con el último descenso: comienza un nuevo capítulo de celebración y encuentro, donde lo social y lo festivo conviven en un ambiente que mantiene la esencia del jet set internacional.
Aunque el invierno es la temporada más icónica, Aspen Snowmass brilla también en verano y otoño. Sus montañas se transforman en escenario de actividades al aire libre como hiking, ciclismo de montaña o rafting, mientras los bosques se tiñen de colores que parecen sacados de una pintura impresionista. En cualquier época del año, la promesa es la misma: vivir la montaña con intensidad, autenticidad y sofisticación.
