5 cosas que no sabías de Attaque 77
En su nuevo libro, El motor de Attaque 77 (Gourmet Musical), el periodista, guionista y escritor Gerardo Barberán Aquino (Ramones en Argentina), se ocupa de contar la vertiginosa historia de la banda punk argentina que más expuesta estuvo a la masividad. Y de revelar el detrás de escena de ese crecimiento furioso y traumático.
1. Tinelli y Ciro, cara a cara
El éxito de “Hacelo por mí” había llevado a Attaque 77 a aparecer en cada canal y horario de la televisión en 1992. Todos querían que tocaran el mismo tema, el hit, y la banda lo hizo durante un buen tiempo hasta que empezó a enojarse con su propia canción. Se asquearon, no era el rumbo que querían para su carrera. Había que tomar una decisión: dejar de tocarla. El encargado de las negociaciones fue el cantante, Ciro Pertusi, quien se sentó junto a las principales figuras de la televisión para adolescentes en esa época: Mario Pergolini, Cris Morena y Marcelo Tinelli. A todos les dijo que no iban a tocar más la canción; Pergolini lo aceptó con humor, Cris Morena les hizo la cruz y Tinelli intentó negociar poniendo casi un cheque en blanco en la mesa. Ciro recuerda en el libro: “Él me decía ‘pero no, siempre te van a criticar, no te perdonan el éxito’ […] Me fui con cierta culpa porque era una guita importante que nos la perdíamos todos, pero era para cuidar esa cuestión”.
2. La profecía de Pappo
En 1993, para escapar de la masividad de “Hacelo por mí”, Attaque 77 se encerró en la sala de ensayo y se dedicó exclusivamente a tocar covers. Solo salieron de ahí para unos pocos shows, incluyendo uno en la FM Rock & Pop, en el programa ¡Guardias, a mí! de Bobby Flores. Tocaron “Fiesta cervezal”, “Algo ha cambiado” y “Gato de la calle negra”, de Pappo’s Blues. Durante la entrevista, los interrumpió un llamado de un oyente: era Pappo, que se lamentaba por no poder estar ahí para sumarse a la zapada, pero fantaseaba con hacer un show junto a Attaque y los Ratones Paranoicos en la Bombonera. Meses después, el encuentro estuvo a punto de darse en el recital en la cárcel de Olmos, pero Pappo, que iba a tocar allí, tuvo que ausentarse porque la fecha coincidía con la invitación de BB King para tocar en el Madison Square Garden, uno de los grandes hitos de su vida. No obstante, la profecía de Pappo se iba a cumplir. Durante un recital de Attaque 77 en el Viejo Correo, en Flores, el mítico guitarrista apareció a un costado del escenario. La banda apuró los temas que faltaban hasta que Mariano Martínez dio por finalizado el show diciéndole al público: “El recital de Attaque ya terminó, y ahora nos vamos a quedar tocando con Pappo todo lo que queramos, el que quiera se puede quedar”. Tocaron 40 minutos más.
3. El (verdadero) primer recital
La historia oficial dice que el primer recital de Attaque 77 fue en Cemento, el 23 de octubre de 1987, junto a Descontrol, la banda de Ariel Minimal previo a sus siguientes proyectos (Martes Menta, Pez). Sin embargo, Claudio Leiva, primer baterista de Attaque, revela que hubo un show previo… o algo parecido. Para quitarse el miedo escénico, unos días antes, la banda se fue a un local de zapadas de blues en Almagro. La propuesta era que cualquiera pudiera subir a tocar, pero Attaque tomó el escenario de sorpresa y en patota. “Hicimos ‘un, dos, tres, va’ y no paramos. Fueron como siete temas de corrido hasta que nos bajaron”, cuenta el baterista en el libro.
4. La experiencia mística de Ciro
En 2007, luego de una serie de asuntos personales que habían afectado la vida de Ciro Pertusi, el cantante y guitarrista tuvo una experiencia mística arriba del escenario en Esquel, Chubut: “No sentía el show. La puta madre, no podía creerlo, me quería matar. Nunca me pasó en la vida. Jamás. No lo sentía. Una única vez me pasó y fue esa. Ahí dije ‘no, ya está, no quiero que me vuelva a pasar esto’”. Esa especie de despersonalización le reveló que sus días en la banda estaban contados. El libro además detalla cómo fueron los días siguientes donde Ciro decidió irse de Attaque 77.
5. Una sola entrada anticipada
A principios de los 2000, Attaque 77 emprendió una gira europea. Tocaron en Suiza, España, Italia y Alemania, entre otros países, pero el más singular fue un recital en el País Vasco, destino al que la banda se dirigía con cierta expectativa, ya que solo había vendido una entrada anticipada. El pub donde se presentaban quedaba en el medio de las montañas, se preveía escasa concurrencia, pero… ¿una entrada? ¿Quién era la persona que la compró? Nunca lo supieron, nunca apareció. “Nos decepcionamos mucho porque lo queríamos conocer, queríamos darle un abrazo a esa única entrada anticipada. Terminamos haciendo el show igual. Para nosotros”, cuenta en el libro el bajista, Luciano Scaglione.